La economía alemana se contrae por segundo año consecutivo
La principal economía europea cayó dos décimas en 2024 y el país afronta unas nuevas elecciones en un escenario de incertidumbre
La economía alemana volvió a contraerse el pasado año, el segundo que termina con caída del Producto Interior Bruto, registrando un descenso del 0,2%, una décima menos que en 2023. La principal economía europea no termina de arrancar lastrada por la débil demanda de la construcción (retrocedió casi un 4%), el lento crecimiento del sector servicios, los altos precios de la energía y la caída de las exportaciones. Alemania no se veía en este escenario desde los años 2002 y 2003.
Un escenario que se refleja de manera directa en el descenso de la demanda, un temor creciente a la inflación que se está mostrando además en las encuestas de opinión del país germano en los últimos meses. Esta situación ha fortalecido los mensajes de campaña del principal partido conservador, la CDU, antes de las elecciones de febrero para las que parte como claro favorito.
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El candidato conservador a la cancillería, Friedrich Merz, ha expresado que su objetivo número uno de cara a las elecciones es salvar la economía, y que otras políticas, como la migratoria o la medioambiental, van a quedar subordinadas a ese esfuerzo. Merz aboga por una bajada de los impuestos para empresas y familias, por la reducción de la burocracia y por la búsqueda de inversores privados en infraestructuras como pilares para reflotar la economía germana. Estas ideas le sitúan como el principal favorito en las encuestas seguido de la extrema derecha, que también está ganando adeptos en este momento de economía casi paralizada.
De hecho, las distintas opiniones sobre cómo relanzar la economía alemana fueron la clave para que se rompiera el gobierno de coalición de socialdemócratas, liberales y verdes. Los liberales apostaban por una reducción del gasto público y de las regulaciones climáticas, justo lo contrario de lo que defendían los ecologistas.
Futuro incierto
La OCDE anticipa un crecimiento ligero de la economía alemana en este 2025, a un ritmo mucho menor que otras grandes naciones mundiales. Este organismo calcula que Alemania no logrará alcanzar el 1% de crecimiento frente al cerca del 5% de China, a Estados Unidos que se situaría ligeramente por debajo del 3% e incluso por debajo de otras naciones europeas como Italia.
Es paradigmático el caso de Volkswagen, uno de los buques insignia del entramado empresarial alemán y de la joya de la corona de su producción: los automóviles. La compañía ha anunciado recortes por los altos costes de la energía, la competencia china y el temor a futuros aranceles con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Volkswagen no va a cerrar plantas en Alemania, pero llegó a plantear el despido de 35.000 trabajadores, prácticamente uno de cada diez empleados que tiene en el país, lo que se evitó con un acuerdo el pasado día de Navidad.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...