Trump vuelve a la Casa Blanca rodeado de dirigentes de extrema derecha de Europa y América

Donald Trump toma posesión hoy en Washington arropado por buena parte de los líderes de la extrema derecha mundial y generando una desconfianza creciente entre algunos socios tradicionales de Estados Unidos, sobre todo en la Unión Europea. La vuelta del magnate a la Casa Blanca también va a suponer un nuevo rumbo en las relaciones con Rusia y China, países que están manifestando también su predisposición al diálogo con la nueva administración estadounidense a pocas horas de que se conforme. No es habitual que los Jefes de Estado y de Gobierno acudan a la toma de posesión de un presidente de Estados Unidos, aunque hoy sí vamos a ver algunos dirigentes de alto nivel, principalmente algunos representantes del populismo y la extrema derecha. En varios casos no estará el mandatario oficial de un país, pero sí el líder de la extrema derecha de ese mismo lugar. El argentino Javier Milei estará presente, también se espera que esté la italiana Giorgia Meloni y dirigentes de formaciones ultras como el británico Nigel Farage, el frances Eric Zemmour o el español Santiago Abascal. También ha anunciado su presencia el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia. Han sido invitados otros como el salvadoreño Nayib Bukele, que no ha confirmado su presencia; el húngaro Viktor Orbán, que no irá, o el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que no puede ir porque no puede salir de su país por la investigación por instigar un golpe de Estado en la que está inmerso. La lista de ausencias es también relevante, ya que mientras Trump ha invitado a representantes de un grupo parlamentario que representa a la extrema derecha en el Parlamento Europeo, esa invitación no ha llegado a la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen, al primer ministro británico Keir Starmer, al francés Emmanuel Macron o al alemán Olaf Scholz. El presidente chino, Xi Jinping, no estará hoy en Washington, pero sí que Pekín ha enviado al vicepresidente del país, en un gesto que muestra la intención de mantener una relaciones de alto nivel en plena batalla por la continuidad o no de TikTok en ese país que se suma a una larga lista de desencuentros entre Estados Unidos y China en los últimos meses. La portavoz del gobierno chino, Mao Ning, ha defendido este lunes que las relaciones bilaterales recuerden que la «historia de las relaciones entre China y Estados Unidos nos ha dicho que si ambos países trabajan juntos, ambas partes se beneficiarán y que, si se pelean, ambas partes saldrán perjudicadas». Cooperación, coexistencia pacífica, diálogo y colaboración han sido palabras repetidas por la portavoz en su comparecencia horas antes de la jura de Trump. El Kremlin por su parte viene repitiendo desde que se celebraron las elecciones en Estados Unidos que va a esperar a que Trump sea presidente de forma oficial para responder a sus mensajes, si bien ha mostrado ya su preocupación por su amenaza de hacerse con Groenlandia, lo que para Rusia puede generar un peligroso desequilibrio de influencias en el Ártico. Aún así, la CNN está contando este lunes que Trump ha dado orden de que se organice una llamada telefónica con Vladimir Putin tan pronto como sea posible. Rusia está esperando además que Estados Unidos dé luz verde al nombramiento de un nuevo embajador en Washington después de que Putin lo retirara en octubre en respuesta a que Joe Biden le llamara «asesino». Un senador cercano a Putin, Grigory Karasin, ha asegurado a primera hora que Rusia tiene ya el visto bueno de Trump para el envío de ese nuevo embajador y para el reinicio de las relaciones diplomáticas, aunque la portavoz del gobierno ruso, María Zajárova, ha negado después que esa decisión haya llegado de forma oficial a Moscú. En el caso de la Unión Europea, Francia está liderando la respuesta crítica a algunas amenazas que representa el nuevo gobierno de Trump, principalmente la influencia que va a tener el dueño de X y Tesla en el mismo. El gobierno de Macron ha vuelto a repetir a pocas horas de la toma de posesión que la Unión Europea debe establecer líneas rojas a los intentos de Elon Musk de interferir en la política europea. «No aceptamos que el debate público se traslade a plataformas cuyas reglas las fijan multimillonarios estadounidenses o chinos», ha dicho este lunes el ministro de Exteriores francés Jean-Noël Barrot en una entrevista en BFMTV. Barrot ha admitido que su país y Europa en general están interesados en mantener vínculos fuertes con Estados Unidos, pero ha subrayado que la Comisión Europea tiene herramientas incluso para suspender una red social si su funcionamiento va en contra de las leyes comunitarias.

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China o Rusia apelan al diálogo con el magnate estadounidense mientras que aliados tradicionales de Estados Unidos como Francia alertan de la influencia que sus políticas pueden tener en las democracias europeas

Antonio Martín

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