Expertas en violencia de género enumeran los principios de buenas prácticas que no tuvo en cuenta el juez que tomó declaración a Elisa Mouliaá: “Fue lamentable”

Las declaraciones ante el juez en la investigación por la supuesta agresión sexual del exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, a la actriz Elisa Mouliaá salieron a la luz este lunes. Ella cuenta que se sitió violentada, incómoda, y que le dijo que estaba yendo muy rápido, que no le estaba gustando. El juez cuestionó su relato durante el interrogatorio: «¿Usted le dijo que parara? Que me dejes en paz, que no me toques.. ¿dijo algo de eso?, ¿sabe usted para qué se sacó el miembro viril? ¿cuánto duró el tiempo que estuvo chupándole las tetas, tocándole el culo, el glúteo y todo eso?», fueron algunas de las preguntas que realizó con tono agresivo a la denunciante. Errejón negó en todo momento que aquello fuera una relación no consentida. Que ella también le tocaba y que en ningún caso se sacó el pene, sino que se lo tocó «por encima de los vaqueros». El juez llegó a preguntarle a Errejón si cree que le han denunciado por rencor: «¿No será a lo mejor que usted le prometió a esta señora algo, salir con ella o algo, y al no hacerle caso ha sido por represalia? ¿puede ser?», quiso saber. El magistrado cuestionó por lo tanto a la víctima —llegó a decir que no entiende por qué se sintió violentada— y cuestionó también los posicionamientos políticos del propio Errejón durante su etapa en Sumar. Un interrogatorio que ha generado una enorme polémica y que ha hecho saltar las alarmas sobre el peligro de revictimizar a las mujeres y alejarlas de la denuncia. La jueza especializada en violencia de género, Lara Esteve, enumera los principios de buenas prácticas para tomar declaración a una víctima, entre ellos, «el derecho que tienen las víctimas a no sentirse humilladas de nuevo». También es fundamental no interrumpirla constantemente: «Relatar los hechos como lo ha visto. No debe cortarse el desarrollo espontáneo de la declaración», apunta la magistrada. La declaración debe realizarse en las mejores condiciones, «en un espacio que sea adecuado para que pueda estar tranquila y acompañada de una persona de su confianza», como apunta Concepción Ros, de Juezas y Jueces para la Democracia. Para la Federación de Mujeres Progresistas, el interrogatorio de Adolfo Carretero fue «lamentable», haciendo suposiciones constantemente. La abogada especializada en violencia de género Yolanda Besteiro considera que el juez desconoció «la sensibilidad y el trato respetuoso y el peligro de revictimización». La experta en violencia sexual Bárbara Tardón considera que el juez cuestionó a Elisa Mouliaá «como si quisiera acorralarla para, de nuevo, poner en duda su relato». La ministra de Igualdad, Ana Redondo, también se ha referido en redes sociales a ese interrogatorio: «Revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia y de la protección. La LOGILS [Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual] pone el consentimiento en el centro y ha cambiado el paradigma de valoración de las conductas machistas. El juez debe valorar las pruebas, no cuestionar a la víctima», sentencia.

Expertas en violencia de género enumeran los principios de buenas prácticas que no tuvo en cuenta el juez que tomó declaración a Elisa Mouliaá: “Fue lamentable”

El magistrado cuestionó tanto a la víctima —llegó a decir que no entiende por qué se sintió violentada— como los posicionamientos políticos de Íñigo Errejón

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