Conversaciones de Goyas 2025 | Los actores y actrices debaten de precariedad, ansiedad, los cambios en la industria y lo que queda por hacer

Madrid

Dice Clara Segura que echa de menos la comunidad del oficio, tener lugares de encuentro para los intérpretes como cuando salían del teatro y siempre estaba ahí el bar de los artistas. En tiempos de hiperconexión pero a la vez de soledad, ansiedad y multitrabajos que van del cine al teatro y las series, algunos de los intérpretes nominados a los Goya en esta edición se sientan en los estudios de la SER para conversar, debatir y reflexionar sobre el estado de la industria, sobre los desafíos del oficio y sobre los cambios que aún son insuficientes. En nuestras Conversaciones de Goya juntamos a Eduard Fernández ('Marco'), Emma Vilarasau ('Casa en flames'), Vito Sanz ('Volveréis'), Carolina Yuste ('La infiltrada'), Clara Segura ('El 47') y Pepe Lorente ('La estrella azul').

Sobre la precariedad, la incertidumbre y la ansiedad del oficio

Eduard Fernández: Esta profesión tiene algo muy tremendo. Tengo un amigo que dice que esto es una picadora de carne. De repente a alguien le dejan de llamar y le dejan de llamar, y hay veces que puedes buscar una explicación y hay veces que no. Y dices, pero por qué esta persona que es muy bueno o muy buena no trabaja, por qué otro que yo opino que no es demasiado bueno o buena trabaja todo el rato. Hay cosas que ocurren, yo que la gente que no vale mucho trabaje me parece bien, pero siempre que trabajen también los que saben y los que son buenos. Lo de las modas y tal, hostia, da un poco de vértigo.

Emma Vilarasau: Tienes la sensación de que si dejas de aparecer, te dejarán de llamar. Con las mujeres es peor, y más mi generación. Cuando yo decidí quedarme embarazada, hubo gente que me dijo, pero qué haces. Y yo pensé, pues quiero ser madre, qué coño voy a hacer. No, pero es que no podrás trabajar y luego habrás desaparecido del mapa. Y yo pensaba, no me lo puedo creer. Tengo 30 años y ya llevo ocho trabajando, cómo voy a desaparecer del mapa porque esté seis meses sin trabajar. Pues sí, existe ese miedo en las mujeres. No voy a decir el nombre, pero el día que yo le dije a un director, que acabábamos de estrenar y él no lo sabía, que estaba embarazada, me dijo, "acabas de destrozar tu carrera" ¡Guau! Cosa que le agradezco enormemente, ya ves tú.

Vito Sanz: Yo he hecho también teatro y cine, pero también he estado un año sin trabajar. Entonces ese miedo está siempre y le puede pasar a todos, a todos. O sea, aunque tengas una racha buenísima, todos conocemos esta sensación y esa ansiedad, ese miedo que te supera. Es verdad que, yo por lo menos no tengo hijos, no tengo familia, pero hablaba con compañeros que son bastante importantes y que trabajan bastante, y me dicen, tú paras dos o tres meses y la cuentas hace así para abajo. Y eso da miedo. Porque tienes unos compromisos, una familia... Y luego porque es verdad que, joder, sentado en casa esperando te sientes mal. Es durísimo.

Carolina Yuste: Si soy honesta conmigo misma, intento no tener esa necesidad de abarcarlo todo y de cogerlo todo porque yo soy más cosas en mi vida aparte del oficio. Pero sí que existe ese miedo. Lo que pasa es que mi trabajo vital, que no laboral, mi trabajo vital es asumir y aceptar que el día que eso suceda tengo muchísimas otras opciones de vivir. O sea, que las posibilidades de tener una experiencia en la vida no pueden reducirse a solo trabajar como actriz. Esto es lo que yo me digo. Lo que yo siento es otra cosa. No quiero tener miedo, no quiero que siempre que me llame mi representante para hacer algo, tener que decir que sí, porque entonces solo seré eso en mi vida. Pero es verdad que yo he habitado la precariedad y por nada del mundo quiero volver ahí. Es una sensación que no quiero. Entonces a veces echo el Euromillón. No quiero volver a tener esa angustia, porque para mí el cambio radical en mi vida no fue solo empezar a trabajar, porque los primeros trabajos fueron evidentemente muy precarios, seguía estando a menos 50 euros, pero para mí el lugar cuando yo me coloqué en una calma fue cuando yo de repente me di cuenta de que podía estar casi seis meses y un año pagando el alquiler de mi casa. Y entonces eso te coloca en un lugar y sé cuál es el otro. Ese sí que es mi miedo.

Conversaciones de Goyas 2025 | Actores y actrices

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La imagen de las mujeres, la discriminación y los cambios en la producción

Emma Vilarasau: Cada vez hay más protagonistas en cuanto a la edad, mayores mujeres. Falta todo. Falta mucho. No sé si es que no hay guionistas mayores que puedan escribir sobre la gente de más de 60 porque lo hayan vivido, igual esas jóvenes guionistas tienen que hacerse mayores, pero la verdad es que pienso que es una pena que nos hayamos perdido la vejez en el cine, que nos hayamos perdido hacerse mayor delante de las cámaras, las mujeres especialmente, porque a los hombres los hemos visto más o menos, ahí está Clint Eastwood. Y creo que son sabias las mujeres que llegan a mayores después de toda una vida haciéndolo todo. Y sobre todo que llegas a una edad en que pones ya un pie en el principio de la tercera edad, que ves que queda poco tiempo y que tienes que tomar decisiones y dices, cómo se vive la vejez. Pues no lo sé, porque la literatura sí, pero el cine no nos la ha enseñado. Cómo se vive con alegría, sin tener que maltratar tu cuerpo, ni operarte ni nada. Y si quieres te operas, pero cómo se vive feliz, cómo se lleva con dignidad o no, pero creo que hay historias maravillosas de mujeres mayores que nos podrían enseñar o dar una pistita de, mira, envejece así mejor bonita, ¿no?

Carolina Yuste: Creo que hay dos extremos ahora mismo. Por ejemplo, los trastornos de la conducta alimentaria y los porcentajes de mujeres muy jóvenes entrando a hacerse cirugías han aumentado brutalmente. Ese discurso también está calando. Además, bajo mi punto de vista, desde un lugar que a mí, teniendo una hermana de 15 años, me da miedo, porque de repente es como desde el empoderamiento, es peligroso porque genera muchos traumas y muchos miedos a gente muy joven. Creo que eso está pasando y creo que va a petar, creo que va a llegar un momento en el que eso no se puede soportar. Y sí que creo que hay otra gente que está en este punto de, amigas, aceptemos lo que está pasando y vivamos esto desde el amor, desde la alegría, como decías, y generamos referentes, que estabas diciendo esto y yo pensaba, es verdad, es que yo no tengo referentes salvo mi madre. Y la forma en la que ella ha decidido transitar esas edades. Pero yo si me pongo a pensar en en una peli en la que me generen ese tipo de referentes de la salud, no digo de la salud física, sino de lo que hay dentro, no sabría decirte.

Clara Segura: Volvemos a salir perdiendo las mujeres, un hombre con su todo, con su variedad diversa y física va a poder encontrar papel de cualquier cosa y yo calva y con barriga no creo que encuentre muchos papeles protagonistas, ¿no? Lastimosamente es así. A mí me gustaría que una actriz calva y con barriga llevara el peso de una peli. Y en eso hay que hacer mucho trabajo para que las guionistas y los guionistas que piensen en todo, en todos los colectivos, pero también en todos los géneros, que den el peso y que no seamos normalmente las que acompañan la trama.

Eduard Fernández: Y yo creo que que se ha avanzado respecto a directoras, a guionistas, no en cuanto a papeles femeninos protagonistas, o sea, lo que tenemos los hombres, lo que dice ella, un gordo calvo, lo que acabo de hacer, ¿una gorda calva tendrá un prota sabroso, bueno y un papelón?

Clara Segura: Y que no sea la gordura ni la calvicie el motivo de la trama.

Los cambios en la producción y la excusa del público

Clara Segura: El filtro de la producción es importantísimo. Cuando estamos hablando de grandes productoras, donde hay una estructura muy heavy a nivel piramidal, digamos, económica, seguramente arriba hay quien hay, un hombre blanco, ¿no? Pero cuando cada vez yo veo más productoras, mujeres con pequeñas productoras que están empezando a apoyar proyectos que ya empezamos a hablar, a ver la realidad desde un lateral.

Eduard Fernández: Y quizá sería de esperar que algunos hombres también. Y que eso sea cuestión de todos. El poner mujeres protagonistas maravillosas en películas escritas por un hombre.

Pepe Lorente: A la gente nos gusta ver asuntos reales, personas reales, personas de diferentes maneras, modos y medidas. Y eso es lo que realmente nos interesa. Y 'La Estrella Azul' al final pone a las estrellas anónimas. Y todos tenemos una madre y un padre, circunstancias normales y es donde nos sentimos identificados. Las grandes, los lugares comunes, todo esto, como yo, creo que es también un cambio, porque estamos cansados de alguna manera y estas películas han funcionado por eso, porque hablan de gente normal, con conflictos reales y con mucho valor.

Carolina Yuste: Y pensadas para el público, que es increíble. Por ejemplo 'El 47', que yo además soy extremeña. Entonces yo me harté de llorar y de repente cómo ha funcionado ¿Por qué? ¿Por qué? Porque habla de la gente. Porque te sientes identificada absolutamente. Si no es con este personaje, es con otro. De repente también 'Casa en flames'. A veces creo que se nos olvida para quién hacemos cine. Claro, a veces creo que nos ponemos muy elitistas, muy finas y bueno, no funciona, ¿no? Pues sí, y es importantísimo que exista eso, porque yo soy la primera que hay frikadas que me fascinan, pero es importante no perder el foco de quién estamos hablando, a quién le estamos hablando. El público no es que sea soberano, pero no es imbécil, es que muchas veces la gente dice, no, es que esto el público no lo va a saber entender, pero tú qué sabes.