Moscú anuncia una reunión entre Rusia y EEUU el jueves mientras continúa despreciando a Europa

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha reiterado que Rusia se opone completamente a la idea de que tropas europeas se desplieguen en Ucrania. A pesar de los comentarios de Trump, que mencionó que la idea de mandatarios como Emmanuel Macron era viable, Moscú lo considera una línea roja. Lo ha dicho Lavrov en una rueda de prensa desde Qatar, en la que también ha desvelado que el jueves habrá una reunión entre delegados de Estados Unidos y Rusia.

"Este enfoque, que está siendo impuesto por los europeos, principalmente Francia, pero también los británicos, tiene como objetivo lo que acabo de mencionar: avivar aún más el conflicto y detener cualquier intento de calmarlo", ha dicho Lavrov. También ha defendido que los países europeos han buscado, desde que empezó la guerra, que la situación solo podía finalizar con una derrota rusa, pero que ahora solo buscan que no acabe como una "humillante capitulación europea".

Además, ha dejado claro que cualquier acuerdo pasa por la confirmación de que las cuatro regiones que controlan actualmente en Ucrania son territorio ruso, le guste o no a los ucranianos.

Retomar los contactos diplomáticos

Según ha confirmado el ministro ruso, el encuentro en Estambul se centrará, según ha confirmado el ministro ruso, en poner en marcha las embajadas de ambos países en la capital contraria. "Creo que los resultados se verán rápido y que podremos avanzar", ha declarado optimista. Para Moscú, las sanciones de la administración Biden son ilegales y han obstaculizado la labor diplomática, por lo que su intención es conseguir que Trump las retire.

También ha dejado entrever que están dispuestos a retirar sus sanciones, porque reconoce que no permiten unas relaciones fluidas: "Hemos tomado medidas en respuesta a esas acciones, naturalmente, y hemos propiciado situaciones incómodas para el trabajo de la Embajada de Estados Unidos en Moscú".

Moscú, además, insiste en censurar la congelación de sus activos en el extranjero. Son fondos que tenían en países como Francia, Reino Unido, Canadá o Estados Unidos. Dice Lavrov, que por ejemplo, París debe explicar bajo qué legislación y qué motivos están utilizando los "fondos robados".