Trump en un lavavajillas y los muertos en las residencias de Ayuso, las obras más polémicas de ARCO 2025

El mundo está revuelto y el arte siempre ha servido para reflejar las marejadas, las de la política y la sociedad. ARCO vuelve a Madrid, un año más, dispuesta a tomar el pulso al sector del arte contemporáneo, pero no solo. La feria reúne siempre a artistas de distintos lugares, procedencias e inquietudes que este año comparten una preocupación extra por la situación del mundo actual. "Ahora es un momento de mucha alerta", apuntaba la directora de la feria, Maribel López. En esta ocasión, más que una obra polémica, lo que encontramos son obras que representan los miedos actuales. Por ejemplo, el artista Ramón Mateos ha reflejado este año una obra con la cifra 7.291. Es el número de muertos en las residencias de ancianos por los protocolos durante el COVID en la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, quien este jueves por la tarde visita la feria con los reyes.

Las 24 obras más polémicas en la historia de ARCO

Una obra de aluminio anodizado que refleja la inquietud de muchas familias que llevan años exigiendo depurar responsabilidades. "Es un número que se ha convertido en un icono de lo que se nos quiere ocultar, de las tristezas por la gente fallecida, parece mentira que un número nos diga tanto" explica Angustias Freijo, dueña de la galería Freijo, donde se expone la pieza, que tiene un precio de 15.000 euros. Mateos muestra también a las víctimas de la crisis económica actual en otra de sus obras con las fechas de todas las crisis económicas desde la de los Tulipanes en 1637 hasta la de 2022.

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No es la única. La llegada de Donald Trump también ha tenido su representación en ARCO. “Los artistas son muy independientes. Que estén preguntándose después de este momento, lo están haciendo. Cómo se verá eso en las obras es lo que aún no sabemos, es muy inmediato. Pero en todo caso será como respuesta, como pregunta, como preocupación. En ese sentido sí que lo vamos a respirar”, apuntaba la directora. Si en los Oscar se omitió el nombre del nuevo presidente, aunque sí se aludió a sus políticas, en ARCO hemos visto cómo el artista español Eugenio Merino diseña un lavavajillas lleno de platos con las caras líderes políticos de la extrema derecha, entre ellos, Donald Trump, Elon Musk, Giorgia Meloni y Santiago Abascal. La obra lleva por título Lavado de cara y como explican desde ADN Galería es una reflexión de hasta qué punto los medios de comunicación y la sociedad en general hacemos fácil que se blanquee la imagen de la extrema derecha en todo el mundo. Está a la venta por 25 mil euros.

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En esa misma galería también se puede ver la instalación titulada Jeremiah que firma Democracia. Se trata de varias imágenes que representan a distintas figuras de los Black Panther y de asociaciones que promueven el derecho de las comunidades afroamericanas en Estados Unidos a que puedan utilizar las armas para defenderse. O la obra Fausto del artista portugués Fábio Colaço, un par de zapatos rodeados de 500 euros en pequeñas monedas de cobre, de uno, dos y cinco céntimos, una alegoría sobre la idea de convertirnos en los más ricos del cementerio.

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La situación en Gaza ha sido otro de los titulares que nos ha dado esta primera jornada de ARCO. Con Inteligencia Artificial los artistas Álex Reynolds y Robert M. Ochshorn exponen en la galería valenciana Luis Adelantado la vídeo instalación A bunch of questions with no answer, un registro de las preguntas dirigidas al departamento de Estado de Estados Unidos sobre el genocidio en Palestina, según reza la cartela, durante las ruedas de prensa celebradas desde octubre de 2023. Las evasivas de la Administración estadounidense han llevado a los artistas a omitir todas las respuestas, "es un retrato en tiempo real de cómo ha sido el proceso" explican desde la galería, que vende la pieza por 23.000 mil euros.

También sobre la cuestión palestina, la activista Tania Blanco expone en la Galería FormatoComodo la obra Autorretrato periodista palestina trabajando en Gaza, una fotografía intervenida de la periodista y cineasta Bisan Owda, famosa por sus vídeos en redes sociales que documentan la invasión israelí en Gaza. Además, del retrato de una mujer palestina, con un fondo idílico y verde, simulando la libertad que no tienen. Lleva por título Hallamar, Ramallah escrito al revés.

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Más allá de la política, la esta nueva cita tiene como retos atraer compradores y promover a artistas españoles. La feria contará con 400 coleccionistas y 200 profesionales del mundo del arte y la invitación también de instituciones públicas y fundaciones. Una cita que trasciende el mercado para fomentar también el descubrimiento, la reflexión y la investigación artística. Una cita también reivindicativa en la que las galerías españolas siguen reclamando la rebaja del IVA en la venta de obras, que se sitúa en el 21% frente al IVA reducido de Francia, por ejemplo, y que como explican los galeristas les sitúa en una posición de clara desventaja. De hecho, en la jornada de inauguración habrá un apagón simbólico en señal de protesta.

La feria mantiene el 40 por ciento de presencia femenina, la mayoría de artistas jóvenes. Un porcentaje todavía mejorable, según la propia directora. Esta es la primera feria sin dos de las grandes galeristas del arte contemporáneo de nuestro país, Helga Alvear, recientemente fallecida, y a la que se recordará en la apertura de la feria, y Juana de Aizpuru, que se ha jubilado. Ellas han sido dos puntales importantes del arte contemporáneo en España.

Sobre mujeres también hay obras que destacan la invisibilidad y la violencia sufrida. Es el caso de Necrológicas censuradas de mujeres olvidadas, de Concha Jerez, que expone en la Galería Feijo. "La obra reivindica a mujeres, estupendas y con una vida llenísima, que he conocido a través de su necrológica en el periódico. La obra ya estuvo en el Reina Sofía y hoy me parecía muy oportuna para traer a la galería. Son mujeres que abrieron camino en la creación y en la lucha por conseguir derechos, son mujeres con mucho coraje". O las obras de Marina Vargas y Julio Anaya Cabanding en ADN Galeria. Dos miradas sobre el famoso cuadro de Delacroix, La libertad guiando al pueblo.

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Otra de las atracciones cada año es encontrar la obra más cara. La Galería Leandro Navarro repite una edición más con algunas de las obras más caras. Un Miró que lleva por título Cabeza con tres pelos delante de la luna a la venta por 1.600.000 euros y la obra de Juan Gris Pipa y paquete de tabaco, que cuesta 1.250.000 euros. Hay obras de inteligencia artificial, pero notablemente menos que el año pasado. Ha sido sobre todo el galerista de la Max Estrella el que sigue apostando por algoritmos con artistas que los saben trabajar como Daniel Canogar o Rafael Lozano-Hemmer. “Lo importante es el mensaje, no la herramienta”, explica el dueño de la galería Alberto de Juan.

Bajo el título Wametisé: ideas para un amazoturismo esta 44 edición de ARCO está dedicada al Amazonas. Se trata de un concepto que en los pueblos del Alto Río Negro hace referencia a la creación del mundo y que aquí se plantea como una reflexión sobre nuevos modos de creación que mezclan lo humano, lo vegetal, lo físico y lo metafísico. Veremos obra de artistas contemporáneos e indígenas como los que trae la galería colombiana Instituto de visión, que participa en este programa comisariado, en este caso con residuos y basura electrónica con los que confeccionan sus obras.