La estupefacción de un investigador español por el boom de la gripe aviar en la Antártida: "Es una locura, jamás pensé que podríamos vivir esto"

Madrid

Si pensamos en un barco velero haciendo una travesía de seis semanas por toda la península de la Antártida suena a una gran aventura. Pero si en uno de los camarotes de ese velero, un grupo de científicos instala por primera vez un laboratorio para poder detectar la presencia del virus de la gripe aviar en las especies de la zona, esa aventura se convierte en un gran logro científico. Un logro que ha capitaneado el profesor Antonio Alcamí, que trabaja en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, que depende del CSIC.

Ha sido un éxito

Alcamí ha visitado La Ventana y ha contado la aventura que ha supuesto estas seis semanas a bordo del velero y el gran logro científico que ha conllevado. "Hemos podido visitar muchos lugares gracias a permisos especiales, y científicamente hablando ha sido un éxito. Hemos podido detectar el virus en 200 animales de 13 especies distintas", ha explicado.

El año pasado pudieron detectar los primeros casos en muy pocas especies. "Este gran número es una novedad. La expedición de este año tenía como objetivo evaluar como se había extendido el virus desde el año pasado", ha resaltado el profesor.

Alcamí ha contado cuáles son los peligros de que el número de casos haya crecido tanto y se haya extendido a más especies: "Recientemente, está saltando a muchos mamíferos y debe preocuparnos. Con cada nueva especie a la que afecta se acerca más a poder adaptarse a los humanos". Aunque de momento no tienen ningún caso de transmisión de humano a humano que, según ha contado Alcamí, "sería lo realmente preocupante".

Aunque no es una posibilidad disparatada, explica el científico: "El hecho de que haya llegado a la Antártida, un continente muy aislado donde el hombre ha tenido escasa influencia, refleja que se puede extender por todos los rincones del planeta", ha revelado.

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Causa una mortalidad del 50%

El virus normalmente causa infecciones en las vías respiratorias y problemas intestinales, entre otros síntomas, pero esta gripe esconde una mutación que aumenta exponencialmente su peligrosidad. "La mutación le da capacidad para infectar el sistema nervioso, causando una mortalidad de hasta el 50% en algunas especies. Es una locura, jamás pensé que podríamos vivir esto", ha explicado asombrado el profesor.

Alcamí ha hablado del reto que supone mantener un laboratorio de última generación a bordo de un velero: "Es un velero muy pequeño para poder instalar todas estas tecnologías punteras, que necesitan de espacio y mucha limpieza. Aún me sorprende que haya funcionado también, estamos encantados, sin duda es uno de nuestros grandes éxitos", ha finalizado.