La escalofriante imagen del dedo de Gayà en el partido ante el Girona
El capitán del Valencia pudo terminar el encuentro con un vendaje
José Luis Gaya con el dedo vendado contra Asprilla, en el círculo el dedo antes del vendaje
José Luis Gayà no tuvo su mejor día frente al Girona y es que sobre la media hora, el capitán del Valencia dejaba una imagen muy preocupante en su mano izquierda. El capitán tenía que pedir las asistencias médicas debido a que su dedo corazón se encontraba desplazado.
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La imagen vivida en Montilivi era bastante desagradable. El capitán del Valencia mostraba fuertes gestos de dolor después de que su dedo fuera dislocado. Las fotografías lo mostraban completamente rígido y con un color algo más blanquecino.
Por suerte para él, pudo continuar en el terreno de juego para ayudar a su equipo a conseguir el empate tras recibir las asistencias correspondientes. En el campo se ha podido ver como los médicos del club le han recolocado el dedo después de haber tenido que detener el partido. A partir de ese momento ha tenido que disputar los minutos restantes con un vendaje en el dedo en cuestión.
Las reacciones en redes sociales no tardaron en llegar sobre lo ocurrido. La gran mayoría mostraban su malestar por las imágenes que dejaba el capitán del Valencia, haciendo alusión, sobre todo al dolor que ha podido conllevar dicha lesión.
El capitán del Valencia es un asiduo a las lesiones, y es que a pesar de que esta temporada ha podido jugar bastante, la anterior se tuvo que llegar a perder hasta 24 partidos debido a problemas musculares.
No es la primera vez en el deporte en la que se ve a un deportista con el dedo dislocado y obligando a tener que colocárselo para continuar jugando. Uno de los ejemplos más famosos en el mundo del deporte es el de Kobe Bryant, que tuvo el mismo problema y pudo seguir en la cancha. En el fútbol hay otros casos como el delantero de la Bundesliga Sandro Wagner que también tuvo que acudir a las asistencias médicas, en otra ocasión, el delantero del América de Cali, Rodrigo Holcado, fue él mismo quien solucionó el problema.
