El Tribunal Supremo israelí paraliza el despido del jefe de la inteligencia interior ordenado por Netanyahu
La oposición alega que existe un conflicto de intereses porque el jefe del Shin Bet está investigando un posible caso de corrupción del Gobierno

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu / Yair Sagi / POOL (EFE)

Madrid
Benjamin Netanyahu se topa con la justicia. El Tribunal Supremo de Israel ha paralizado la decisión de su gabinete, que la noche del jueves al viernes voto a favor de despedir a Ronen Bar, jefe de la agencia de inteligencia interior israelí. El revés llega tras un recurso de la oposición, que destaca que nunca antes un Gobierno ha destituido a nadie de la dirección del Shin Bet. El primer ministro israelí hace esto mientras la agencia investiga una posible trama de corrupción que afecta a su Gobierno. El Shin Bet tiene sospechas de que varios ex asesores y portavoces de Netanyahu recibieron pagos desde Qatar.
Más información
El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, ya se ha pronunciado sobre el bloqueo. Afirma que el Tribunal Superior no tiene autoridad legal para interferir en el despido de Bar y ha asegurado que su mandato terminará como muy tarde el 10 de abril. "La orden es nula", ha dicho. Ha asegurado también que ya se encuentran buscando un sustituto.
La oposición, en cambio, celebra la decisión. El presidente del partido de centroizquierda Los Demócratas, Yair Golan, ha dicho que la paralización es un logro importante: "La inquebrantable lucha civil está triunfando". Felicita además a todos los que se enfrentan a Netanyahu, porque afirma que hay que tener coraje para enfrentarse a un Gobierno cada vez más peligroso.
El antecesor de Bar cuestiona los métodos de Netanyahu
En medio de la polémica, el anterior jefe del Shin Bet, Yoram Cohen, ha dicho que mientras estaba en el cargo, Netanyahu le pidió hacer “cosas ilegítimas y legalmente cuestionables”. Estuvo al frente de la agencia entre 2011 y 2016, y en una entrevista en televisión ha explicado que su impresión es que el primer ministro prefiere a alguien leal a su persona, no a las leyes del país.
Cohen ya reveló hace un año que el primer ministro le pidió en 2011 que espiara a los entonces jefes del ejército y del Mosad (la agencia de inteligencia extranjera, contraparte del Shin Bet). En la entrevista ha dicho que teme que esas peticiones hayan continuado y que dado el poder del primer ministro, muchos no puedan negarse.
Además, ha censurado la destitución de su sucesor. Cree que puede afectar a la investigación del Qatargate, los supuestos pagos de Qatar a ex asesores de Netanyahu para crear una campaña favorable al país del Golfo. Años antes, el Shin Bet también investigó cómo Qatar financió durante años al grupo islamista Hamás, sin que Israel lo impidiera.
Ataque total contra las instituciones
El cese del Ronen Bar no es el único planeado por Netanyahu. Este domingo discutirá con sus ministros una moción de censura contra la Fiscal General, Gali Baharav-Miara. Una mujer enfrentada con los partidos más ultras que forman parte de la coalición de Gobierno. Su expulsión es, según algunos analistas, una de las condiciones que pusieron esos partidos para su reconciliación con el primer ministro, junto con la rotura del alto el fuego en la Franja de Gaza.
El ministro de Justicia, Yariv Levin, ha preparado un documento de 86 páginas con todos los motivos por los que consideran que no puede seguir en su puesto. El documento dice que la fiscal actúa como un "brazo de los opositores del Gobierno" y que utiliza su cargo para "frustrar la voluntad de los votantes".
Sostiene en su informe que en Israel hay dos sistemas legales, uno para los opositores y otro para el Gobierno: "La Fiscalía General se ha convertido en una autoridad política tiránica". En cualquier caso, la moción en el Consejo de Ministros es solo el primer paso para destituirla y se espera que el proceso dure varios meses.

Manuel Reyes
En el equipo de informativos de fin de semana de la SER. Es ingeniero informático y tiene una tesis...