La transformación física de parte del equipo de Trump tiene nombre: cara Mar-A-Lago

Madrid

Que las apariencias son importantes para Donald Trump no es algo nuevo. Esta misma semana el presidente de Estados Unidos ha exigido que se retire un retrato de él de la artista Sarah Boardman que luce en el Capitolio de Colorado porque no es de su gusto: "A nadie le gusta una mala foto o pintura de sí mismo, pero la de Colorado, fue distorsionada a propósito hasta un punto que quizás ni siquiera yo haya visto antes. La artista también pintó al presidente Obama, y se ve maravilloso, pero la mía es realmente la peor", afirmó Trump.

A Trump también le gusta rodearse de gente guapa o, al menos, bajo sus parámetros de belleza. Varios miembros del círculo íntimo de Donald Trump parecen se han sometido a cirugías plásticas para cambiar su apariencia, es lo que se conoce ya popularmente como cara Mar-a-Lago, en un guiño a la casa que el magnate posee en Palm Beach, Florida.

Esa cara Mar-A-Lago se caracteriza por "el uso excesivo de bótox, un bronceado al estilo Miami, labios carnosos y una piel suave y sedosa", según detallaron algunos cirujanos plásticos al Daily Mail. En definitiva, un aspecto "casi plástico", no están necesariamente distorsionadas pero no como antes: "Un look Kardashian", resume un especialista.

Kristi Noem, de 52 años, es una congresista republicana de Dakota del Sur es actualmente la secretaria de Seguridad Nacional. En marzo del año pasado ya corrigió sus dientes, en "su intento por conseguir un puesto importante en el gabinete de Trump", según señala el Daily Mail. "Todo con el objetivo de ser atractiva para la audiencia", declaró entonces el estratega republicano Ron Bonjean al New York Times.

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"Parece que todo el tema de los dientes lo hizo para que Trump lo viera. Le está demostrando que se desenvuelve bien frente a la cámara, que tiene ese poder estelar que desea en el escenario junto a él, a la vez que encaja con el estilo de las mujeres en el universo Trump".

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Uno de los cambios más espectaculares es el de su nuera Lara Trump, de 42 años, casada con Eric, su tercer hijo, toda una estrella del movimiento MAGA (Make America Great Again, hacer América grande de nuevo). Los especialistas señalan que probablemente se ha aplicado bótox en la frente, así como relleno en los labios y las mejillas. También observaron que su piel estaba mucho más suave —por el uso de láser— y que había adquirido un tono más bronceado.

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También se observa un cambio llamativo en Kimberly Guilfoyle, prometida con Donald Trump Jr., el hijo mayor de Trump, y próxima embajadora de los Estados Unidos en Grecia. "La seña de identidad de la riqueza solía ser lucir bolsos caros, pero ahora se ha convertido casi en un rostro caro; también lo estamos viendo en jóvenes", apuntaba entonces el doctor Youn. En el caso de Kimberly Guilfoyle, de 55 años, el cirujano Joel Kopelman señaló que se había aplicado demasiado bótox y le había causado asimetría en el rostro. Y lo mismo con los rellenos: "Si bien pueden crear volumen y elevación, su uso excesivo puede provocar una apariencia demasiado rellena o hinchada".

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Matt Gaetz, que fue nominado a Fiscal General pero finalmente renunció al cargo tras haber sido acusado de escándalos sexuales y consumo de drogas, también mostró un cambio en su rostro. Apareció con cejas arqueadas y una tez sin arrugas en la Convención Nacional Republicana de julio, lo que los cirujanos plásticos no tardaron en señalar como consecuencia del exceso de bótox.

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"Matt es claramente una de esas personas que se está aplicando demasiado bótox", apuntó el doctor Corey Maas, cirujano plástico de San Francisco. "Si no puedes levantar las cejas ni un poquito, te ves extraño y sin expresión".