Bruselas amplía su concepto de defensa y quiere preparar a la ciudadanía ante crisis de todo tipo: desde una agresión armada a una emergencia climática

Bruselas

Bruselas quiere trasladar una nueva conciencia a la ciudadanía: que existen riesgos. Estamos en un momento en el que los ataques híbridos, las crisis sanitarias, las crisis ecológicas, los sabotajes a cables submarinos, la propia amenaza de la desinformación y también el riesgo de una agresión armada requiere de un cambio de mentalidad de los europeos. Que la ciudadanía sepa a qué riesgos nos enfrentamos y cómo actuar, qué provisiones tener, a donde acudir o qué tener en casa en las primeras 72 horas de una crisis. Porque hay una premisa, y es que ante estas situaciones las primeras horas son críticas y conviene saber reaccionar.

Esta lógica no es nueva. Ya existen recomendaciones, herramientas de este tipo en los países bálticos, o en Polonia. Y estas claves, como la provisión de comida o medicinas críticas para poder autoabastecernos lleva meses encima de la mesa. Fue en otoño cuando el ex presidente de Finlandia Sauli Ninisto presentó un informe, que le había encargado previamente la Comisión, recomendando que los hogares tienen que estar preparados para este tipo de crisis, o que incluso un 20 por ciento del gasto de la UE esté destinado a la respuesta a estas crisis. Pero a un concepto amplio con diferentes escenarios.

Porque el enfoque de la Comisión es amplio, esto es importante. Porque una crisis puede ir más allá de una agresión militar. La Comisión entiende que las amenazas pasan también por crisis inter-sectoriales a gran escala, como recoge este texto que adelantó ayer El País. El ejecutivo comunitario extiende el paraguas del concepto de defensa a otros escenarios, como un desastre natural y da pasos en la estrategia que ya avanzaba la presidenta la semana pasada en la cumbre: que la seguridad europea no va solamente de rearme, sino de un concepto más amplio... una postura que defiende el gobierno de España o el de Roma.

Lo de esta mañana entro dentro de un paraguas de acciones más amplio, la Preparación 2030 que sí pasa por más capacidades defensivas, pero también porque los ciudadanos tengan herramientas para saber responder a estas crisis o ir reduciendo nuestras dependencias, de ahí también el plan que se presentó ayer para obtener nosotros mismos los minerales críticos. Porque el acceso a esos minerales es también una competición. Esto no va de quedarnos en la foto de alguien yéndose al súper a por provisiones, o no solamente, esto va de asumir que existen riesgos, que conviene que estemos preparados y de armonizar planes en todo el espacio comunitario como ya existe en países donde esa conciencia del riesgo es casi inherente a sus sociedades. La Comisión detallará esta mañana estas 30 medidas para responder a todas las amenazas posibles.