La importancia de la respiración para gestionar los enfados: "Hay que comenzar a cuidar la mente de la misma manera que el cuerpo"
Nazareth Castellanos investiga la importancia de aprender a controlar la respiración en su nuevo libro 'El puente donde habitan la mariposas'

"Tenemos que ser más responsables y comenzar a cuidar nuestra mente de la misma manera que hemos normalizado cuidar el resto de nuestro cuerpo"
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Madrid
Nazareth Castellanos, licenciada en Física Teórica y doctora en Neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid, ha dedicado los últimos 10 años de su vida a estudiar el impacto que puede tener la respiración sobre la dinámica neuronal. La autora ha recogido los resultados de esa década de estudios en su nuevo libro 'El puente donde habitan la mariposas', que ha presentado este miércoles en 'La Ventana'.
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La respiración nos mantiene vivos, sin embargo, esta acción pasa desapercibida en nuestro día a día. "¿Cómo voy a saber usar una máquina basada en superconductividad cuántica y no saber nada de mi respiración?", fue la pregunta que despertó en Castellanos y le impulsó a divulgar los resultados de su estudio. El aprendizaje comienza por familiarizarse con la respiración: "Hay muchas técnicas que nos pueden ayudar en diversas situaciones, pero hay que saber ponerlas en práctica. Debemos coger el control voluntario de nuestra respiración y para eso hay que entrenar al cerebro", ha explicado la científica.
Controlar la respiración te puede ayudar a sobrellevar situaciones como el miedo a volar. "Este tipo de preocupaciones son obsesivas, activan nuestro diálogo interno y se apoderan del tema de conversación, haciendo que todo gire en bucle a su alrededor. Repetir una misma palabra internamente y ralentizar la respiración nos ayuda a salir de ahí", ha contado Castellanos.
De igual manera, una buena respiración contribuye al bienestar emocional y puede ayudarnos a controlar grandes picos de emociones como el enfado. "Todas las emociones se van preparando con antelación en el cerebro antes de manifestarse. Controlar en estos momentos la respiración, cogiendo el aire por la nariz de forma muy suave, logra atemperar todos estos procesos que se están dando en el cerebro y nos ayuda a neutralizar esos grandes picos de emoción", ha explicado la autora.
Más de un 70% de la población a lo largo de su vida pasa por situaciones que pueden ser potencialmente traumáticas, pero solo el 10% tiene una ayuda significativa. "Tenemos la obligación de intentar reconstruirnos. Todos vamos a sufrir o, a provocar sufrimiento, por hábitos que se podrían haber evitado, si nos lo hubiéramos propuesto. Tenemos que ser más responsables y comenzar a cuidar nuestra mente de la misma manera que hemos normalizado cuidar el resto de nuestro cuerpo", ha finalizado Castellanos.


Alba Villanueva
Estudiante de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Antes en Radio León.




