Si aún no hay plan, elabórenlo

Barcelona

Queremos debates útiles. Y no palabras vacías. Ni discursos tan redondos por fuera como huecos por dentro.

Si desnudamos el mensaje sobre Defensa y seguridad del envoltorio ofensivo, Alberto Núñez Feijóo tenía razón en un tema del debate parlamentario: que el Gobierno no tiene un plan. Pero eso no le convierte en Cristóbal Colón. No descubre ninguna América. Tanto no descubre nada, que el propio presidente, Pedro Sánchez, ya lo había dicho de entrada. Y había anunciado que para junio espera articular ese gran plan nacional incluyendo el desarrollo tecnológico y la industria de seguridad. Así que en este aspecto la oposición ha marcado cero, en vez de aportar ideas concretas, ejemplos concretos, y datos concretos; en realidad ningún país tiene un plan digno de ese nombre.

También parece sensata la frase del líder del PP según la cual se necesita un pacto de Estado de Defensa. Pero claro, ya no tanto sus condiciones: que excluya al presidente, a los partidos del Gobierno, y a todos sus aliados parlamentarios. Entonces, ¿qué pacto de Estado es ese? ¿Solo del PP con Vox? Para eso el único verdaderamente experto es Carlos Mazón, que ya lo ha fraguado por dos veces: primero para encaramarse al poder valenciano en 2.023; y ahora, para seguir dando ejemplo de cómo estar ausente de todo. Y además, Feijóo no ha apuntado ninguna idea con la que rellenar la cáscara por desgracia vacía de ese pacto necesario.

El presidente ha marcado algunas pautas: de entrada, un gasto en Defensa del 2% del PIB, que es a lo que se comprometió Mariano Rajoy y no quiso o no pudo cumplir. De salida, no tocar ni un céntimo del gasto social. Y entre medio, focalizar el gasto en productos o servicios que también sirvan para uso civil; gastar mejor por encima de gastar más; e invertir sobre todo en armamento y tecnología.

No es un plan, pero sí unas ideas a desarrollar. No es un plan, elabórenlo. Ojalá se junte el PP para retocarlas y ampliarlas. Entonces se podrá hablar seriamente del camino hacia un pacto de Estado. Mientras tanto, el único plan ay, es una santa e infinita paciencia por parte de los ciudadanos.