Jacobo Dopico analiza la situación jurídica del libro sobre José Bretón: "La libertad de expresión es una garantía que protege a quien dice cosas que indignan"

Madrid

Anagrama ha anunciado que paraliza sine die el libro de Luisgé Martín sobre el asesinato de José Bretón a sus hijos. No hay ninguna decisión judicial que les impida publicarlo, pero la editorial se autocensura ante la controversia social que ha generado el asunto, y después de que la madre de los niños pidiera que el libro nunca viera la luz. Hemos sabido esta tarde que Ruth Ortiz ha denunciado a Bretón por quebrantamiento de condena. Considera que lo que se ha ido publicando del libro ya en sí mismo implica un quebrantamiento por parte de Bretón de la prohibición que tiene de acercarse o comunicarse con Ortiz. En 'Hora 25' lo analizamos con Jacobo Dopico, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Carlos III de Madrid.

¿Bretón ha quebrantado su condena, como denuncia Ruth Ortiz? "Hay que ser muy cauto, no sé exactamente a lo que se refiere. Si se refiere al hecho de haber dado esta entrevista con el autor y haberse carteado con él y que esto iba a salir en un libro, la respuesta deber ser negativa. La pena que se le impuso al asesino fue la prohibición de acercamiento y de comunicación con la víctima. Eso está definido en el Código Penal y se refiere a establecer con las víctimas por cualquier medio contacto escrito, verbal o visual. No quiere decir que la víctima llegue a saber de ella, no se prohíbe que se hable con gente que pueda llegar finalmente a conocimiento de la víctima, habla de establecer un contacto", explica el catedrático. ¿No se prohíbe la comunicación a través de intermediarios? "No es que el asesino le hubiese dicho a un escritor: 'oye, vete y contacta con mi mujer'. No, no se trata de eso".

La Fiscalía

¿La Fiscalía está actuando correctamente en este caso pidiendo la paralización del libro? "Yo creo que la primera cuestión que hace la Fiscalía cuando dice que no le han comunicado que se va a publicar ese libro, que nadie le ha dicho que ese libro se ha publicado... Eso no se condice con lo que regula la ley en cuestión. Hay un precepto en la ley de protección del honor que dice que quien vaya a realizar una injerencia en la esfera de intimidad de menores, mediante datos no conocidos, nuevos, no notorios y que pudiesen afectar negativamente al menor, tendría que solicitarlo a los padres y la Fiscalía podría recabar la opinión de sus padres. A la Fiscalía la ley no le otorga la posibilidad de dar una autorización a la publicación de libros. En esa cuestión disiento de la actuación de la Fiscalía", argumenta Dopico.

Y continúa: "Distinto es que cuando se publique el libro resulta que nos encontramos con que se atribuyen hechos deshonrosos a los niños, a la madre, que se estuviesen relatando intimidades que de alguna manera afectan negativamente, no lo que dice la sentencia, sino hechos desconocidos, no notorios que pudieran afectar a esa esfera, cabría una acción y se podría decir que ese libro no puede publicarse con esos pasajes, pero sí sin ellos".

"El problema es que en este punto estamos indignados y es lógico. El problema de la libertad de expresión es que es una garantía que protege a quien dice cosas que indignan. Estamos buscando si hay alguna ley nos permite hacer algo con esto... Mi principal preocupación no es tanto la solución del caso concreto, que por supuesto habla de personas que sufren, que lo están pasando mal. Pero quizás no menos importante es cómo vamos a dejar el derecho para el siguiente caso", concluye el catedrático de Derecho Penal.