El Supremo se fractura para absolver a una mujer que dejó que su perra muriera en un estado "pésimo"

MADRID

La sala de lo penal del Tribunal Supremo ha confirmado la absolución de una mujer que dejó morir a su perra Luna en una ajustadísima deliberación por tres votos a favor y dos en contra. Un juzgado de lo penal de Valencia la condenó a nueve meses de cárcel por maltrato animal, pero la Audiencia estimó el recurso y la absolvió. La dueña llevó a Luna al veterinario que se encontró con un animal que no recibía cuidados. Le detectó un tumor incurable y le recomendó que le hicieran la eutanasia porque su estado era "pésimo" e iba a sufrir durante el proceso. La acusada le dijo que tenía que consultarlo con su hija y se la llevó a casa con una receta para suministrarla medicamentos. Cinco meses después, ante el estado de salud de Luna, otra persona que vivía en la misma casa llamó a la policía que se encontraron al animal con una herida abierta en el abdomen infectada.

Tres magistrados de la sala del alto tribunal avalan la decisión de la Audiencia de Valencia porque no se puede obligar a la dueña a aceptar la eutanasia de la perra, pero hay dos que discrepan. Manuel Marchena y Ángel Hurtado sostienen que en este caso no se trata de que haya delito por no querer poner fin a la vida del animal con la eutanasia sino "por el agravamiento de las lesiones y procesos infecciosos a los que fue expuesta Luna"