Multan a un pasajero de Ryanair por poner en riesgo la seguridad del vuelo al fumar a bordo: tendrá que pagar 2.000 euros
La compañía irlandesa ha tachado de "inaceptable" el comportamiento del hombre, que también se negó a seguir las instrucciones de la tripulación

Un avión de Ryanair en una imagen de archivo / ADAM VAUGHAN (EFE)

Madrid
Un pasajero de Ryanair ha sido multado este viernes por poner en riesgo la seguridad del vuelo al fumar a bordo. El hombre, que ha sido descrito como conflictivo, tendrá que pagar 2.000 euros por sus comportamientos inadecuados durante el viaje. Lo ha explicado la aerolínea de bajo coste, tras la celebración de un tribunal maltés que ha fallado a su favor.
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Los hechos tuvieron lugar el pasado 22 de marzo, cuando el avión FR5205 de Ryanair se dirigía desde Colonia, en Alemania, hasta Malta. Fue entonces cuando el pasajero comenzó a mantener conductas inapropiadas y se negó a seguir ninguna de las instrucciones de la tripulación. Según la compañía, es "inaceptable" que el resto de clientes se viesen obligados a sufrir interrupciones innecesarias por el comportamiento de este hombre, al que han descrito como conflictivo.
La medida obedece a una iniciativa que Ryanair lleva ya tiempo imponiendo. Se trata de una estricta política de "tolerancia cero" con la mala conducta y las faltas de respeto durante el vuelo. Así, la compañía ha reiterado su compromiso con que pasajeros y tripulación disfruten de un vuelo sin incidencias como la sucedida por este cliente "indisciplinado".
Ryanair ensalza su compromiso con el respeto
Tras la decisión del tribunal, la compañía ha considerado que ha quedado reforzado su compromiso de mantener un entorno seguro y respetuoso tanto para la tripulación como para los pasajeros en todos los vuelos de Ryanair. Es por eso que la aerolínea ya ha asegurado que seguirá tomando otras medidas de acuerdo con su política de "tolerancia cero".
De hecho, la aerolínea irlandesa ya ha planteado varias iniciativas para asegurar un entorno seguro y respetuoso. Entre ellas han figurado la prohibición de viajar, el apoyo a las investigaciones de las autoridades policiales locales y la reclamación de daños y perjuicios civiles.
El caso del pasajero "indisciplinado", sin embargo, no ha sido el único que ha tenido lugar en las últimas semanas. Así, a finales de enero, otro hombre fue expulsado de un avión por la Guardia Civil tras afirmar ser un diplomático de la ONU para ocupar un asiento no asignado. Según la aerolínea, el varón fue "verbalmente agresivo" cuando la tripulación le pidió ver su tarjeta de embarque.
El suceso se saldó con un retraso de más de 40 minutos en el vuelo, que iba desde Lanzarote hasta Santiago de Compostela. El hombre, por su parte, podría enfrentarse a una condena de entre tres y 12 meses de cárcel, o a una multa pecuniaria de entre seis y 18.




