Así será la red de alta velocidad que recorrerá Europa en 2040: "Para que el continente se sienta completo de nuevo"

Madrid

En 2023, cerca de ocho millones de personas viajaron en trenes de alta velocidad en Europa, aunque solo un 9% lo hizo para cruzar fronteras. Esta fue la premisa con la que el grupo de Copenhague 21st Europe comenzó a idear uno de los proyectos más ambiciosos de la década. Se trata de Starline, una iniciativa que pretende crear toda una red de trenes de alta velocidad que conecten todos los países del continente para 2040. Ahora, el equipo de expertos ya ha dado un paso más allá, desvelando cómo será el mapa que seguirán.

Con 22.000 kilómetros y 39 estaciones en toda Europa, Starline sería como una red de metro pero con trenes que recorrerían todo el continente a una velocidad de entre 300 y 400 kilómetros por hora. Diseñados en colaboración con el estudio Bakken & Bæck, esta iniciativa fue propuesta durante la 21º cumbre europea, que tuvo lugar en Barcelona en 2024. "Los ferrocarriles nunca se han limitado al transporte. Son líneas trazadas a través de la historia y la sociedad", han comenzado los creadores del proyecto, al tiempo que aseguraban que el objetivo se basaba en hacer que "el continente se sienta completo de nuevo".

Formado por cinco líneas distintas (de la A a la E), el mapa de la red de metro ha dividido por colores las diferentes rutas que los trenes seguirán. Según el propio 'think tank' todos los países tendrían al menos una estación, y solo aquellos con "económicas más grandes y centros industriales clave" podrán disfrutar de una conexión adicional "para fortalecer los lazos económicos y culturales", según han señalado. España, así, gozará de una parada en Madrid y otra en Barcelona.

Por la Península Ibérica cruzarán dos líneas: la roja (letra B) y la naranja (letra C). La primera de ellas comenzaría en Lisboa, Portugal y terminaría en Kiev, en Ucrania, haciendo parada en Madrid. La capital española se uniría a la catalana a través de esta última ruta, que uniría España con Estambul, en Turquía. Además de la B y la C, Starline también conectará Nápoles con Helsinki (letra A), Dublín con Kiev (letra D) y Milán con Oslo (letra E), uniendo completamente todo el continente europeo.

Algunos detalles del proyecto

Además de volver a ensalzar un sentimiento de unión entre todos los países del continente, lo cierto es que con esta nueva iniciativa se espera un descenso de más del 80% de vuelos gracias a trenes que serán un 30% más rápidos que los convencionales. "A esta velocidad, ir de Helsinki a Berlín solo tardaría unas cinco horas, convirtiendo lo que una vez fue un viaje de un día entero en una simple transición", ha explicado el equipo, al respecto.

Estos trenes azules, asimismo, estarían financiados a partir de fondos públicos y operarían de forma privada. Un sistema alimentado por fuentes renovables y que sería supervisado por una nueva Autoridad Ferroviaria Europea (ERA, en sus siglas en inglés). "Un sistema ferroviario verdaderamente integrado ya no es solo una cuestión de conveniencia: es una necesidad estratégica para la resiliencia de Europa en el siglo XXI", han apostillado desde el 'think tank'.

Además de influir en el transporte de personas, Starline también será una solución para el traslado de mercancías, lo que según el equipo danés, podría suponer un crecimiento de la eficacia en todo el proceso productivo en suministros de alto valor como medicinas o "componentes esenciales de fabricación". Este y otros muchos detalles, de esta forma, han quedado solventados en la página web oficial del equipo, donde también han detallado todos los posibles escenarios de funcionamiento. "El futuro no es un destino, es una dirección", ha concluido el equipo.