Locura en el Carlos Belmonte tras la victoria 'in extremis' del Albacete ante el Mirandés

El Albacete recibía hoy al Mirandés en el Carlos Belmonte para disputar la jornada 33 de LaLiga Hypermotion. El conjunto de Alberto González llegaba obligado a sumar contra uno de los de arriba para tratar de acercarse a los puestos de 'play off' mientras que el CD Mirandés necesitaba los tres puntos para mantenerse vivo en la lucha por el ascenso directo. Esta temporada está siendo especialmente igualada en la parte alta de la tabla de la segundas división, hasta siete equipos se encuentran en una horquilla de siete puntos a nueve jornadas del final del campeonato.

El partido se puso de cara pronto para el Albacete, que encontró el 1-0 en las botas de Pablo Sáenz en el minuto 26 del encuentro. Sin embargo, el conjunto de Alessio Lisci supo reaccionar para que Mathis Lachuer pusiese el empate en el marcador justo antes del final de la primera mitad. Tras el descanso el Albacete salió espabilado y volvió a aumentar distancias con el tanto de Christian Kofane, poniendo el 2-1 en el luminosos hasta que, en el minuto 56, Joaquín Panichelli ponía de nuevo el empate en un partido de ida y vuelta en el que ninguno de los dos equipos conseguía despegarse en el marcador.

Con el 2-2 en el marcador ninguno de los dos equipos se conformó con el resultado, sin embargo, fue el Albacete el que dio la sorpresa en casa para firmar el 3-2 definitivo en el minuto 97 a través del gol de Higinio Marín. Tras el gol de la victoria, el Carlos Belmonte enloqueció y jugadores y aficionados dejaron una impactante imagen en la celebración del gol del delantero del equipo de Alberto González.

Jugadores y cuerpo técnico se dirigieron a una de las esquinas del Carlos Belmonte para celebrar junto a los aficionados del conjunto albacetense el gol que significaba la victoria de los suyos en uno de los partidos más difíciles de la temporada. Sin embargo, la celebración se vio afectada por la caída de una de las vallas que separaban a un sector de aficionados del terreno de juego. La euforia de este sector de aficionados tras el gol fue tanta que un buen número de seguidores del Albacete se aglomeraron en la parte más cercana a los jugadores, provocando la caída de la valla, que por suerte no tuvo consecuencias graves.