El periodista que ha presenciado más ejecuciones en las cárceles de Estados Unidos revela la más dura: "Fue horripilante"

Madrid

El periodista estadounidense Jeffrey Collins lleva toda una vida trabajando para la agencia de noticias Associated Press. Concretamente en la delegación de Carolina del Sur, el estado en el que se realizan más ejecuciones de muerte de todo el país. Después de más de 25 años cubriendo todo tipo de eventos, Collins ha tenido que asistir un total de 11 ejecuciones de muerte, convirtiéndose así en el periodista que más veces ha acudido a un evento de este calibre. Así lo ha dado a conocer este fin de semana en un nuevo programa de A Vivir, donde ha narrado algunos de los momentos más duros de este tipo de acontecimientos: "Las agencias cuentan con cada vez menos personal. Soy el único corresponsal en Carolina del Sur y, cuando se va a realizar una ejecución, la ley permite la presencia del principal servicio de noticias, así que me toca acudir".

En declaraciones a la Cadena SER, el periodista nos cuenta que ha acudido a un total de once ejecuciones mediante tres métodos distintos: "He asistido a una ejecución por silla eléctrica, a nueve por inyecciones letales y a una por un pelotón de fusilamiento". Todo ello para, a continuación, explicar cómo se procede en cada uno de estos casos. En el caso de la silla eléctrica, una técnica en desuso, Jeffrey Collins recuerda que fue bastante duro: "Traen al recluso y le sientan en una silla hasta que oyes el ruido sordo de un interruptor automático, casi como el de casa. Entonces, el cuerpo del recluso se tensa de una forma tremenda. Es como si todos los músculos se tensaran. Y tarda más tiempo del que pensábamos. Mandan una dosis enorme primero, se toman una pequeña pausa y durante dos minutos le dan una mas leve para asegurarse de que el corazón se para y finalmente muere".

De la silla eléctrica a la inyección letal

De las 1.600 ejecuciones que se han llevado a cabo en Estados Unidos desde 1976, cuando restablecieron la pena de muerte, 1.400 son por inyección letal. En esta ocasión, el recluso está atado en una camilla con los brazos colocados hacia los lados, casi extendidos: "Cuando se abre la cortina, el recluso puede interactuar con los allí presentes. Los testigos nos encontramos al otro lado de un cristal y unos barrotes. Así que no puede hablar con nosotros, pero sí que puede hacer gestos o muecas con la cara".

La pena de muerte en Estados Unidos

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En ese momento, el abogado o el alcaide leen una declaración final y después de eso ves cómo le suministran la inyección la vía intravenosa: "No ves a las personas que inyectan el fármaco, pero ves como tiembla la vía. Ahí es cuando el condenado respira profundamente. Puede que suelte algún ruido o jadeo y luego la respiración se vuelve más superficial durante un minuto hasta que se muere".

La ejecución más horripilante

Sin embargo, ninguna de estas ejecuciones fue tan "horripilante" como la que presenció el pasado 7 de marzo, cuando las autoridades de Carolina del Sur mataban al preso Brad Sigmon mediante el pelotón de fusilamiento. El estado de Carolina del Sur ofrece a los condenados a muerte tres opciones de ejecución. La inyección letal, la silla eléctrica o el pelotón de fusilamiento. Y el preso escogió esta última, convirtiéndose en el primer preso que se somete a esta ejecución en los últimos 15 años.

El periodista reconoce que fue una experiencia muy dura: "Sucede muy rápido, pero hay muchísima tensión en el ambiente. Ponen una capucha sobre el condenado que va a ser fusilado y todo termina en menos de dos minutos. Es un poco mas violento y no tan tranquilo como ver una inyección letal. Me llevó varios días asimilarlo". Principalmente porque le parecía algo más propio a lo que hacían los soldados de la Alemania nazi o los soviéticos: "Me pareció horripilante".