Rusia y la extrema derecha europea se revuelven por la condena contra Marine Le Pen

Los aliados de la extrema derecha francesa, y uno de sus referentes principales como es el gobierno ruso, han salido en tromba a criticar la condena que impedirá a la líder ultraderechista gala Marine Le Pen presentarse a las próximas elecciones. Especialmente reseñable es la reacción casi inmediata del gobierno de Vladimir Putin, cuyo portavoz ha acusado a la Justicia francesa de "pisotear las normas democráticas". Una opinión que llega desde un gobierno que está en el punto de mira de distintas organizaciones internacionales por perseguir a opositores.

Vladimir Putin de hecho visitó a la propia Marine Le Pen en el año 2017. Ya entonces el presidente ruso le dijo a la mandataria francesa que era consciente de que representaba "un espectro político que se desarrolla con bastante rapidez en Europa". El partido de Le Pen había obtenido previamente financiación por medio de un banco ruso.

Escueto pero directo ha sido en su respaldo a Le Pen el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, quien ha escrito "Yo soy Marine" en redes minutos después de conocerse el alcance de la condena.

En otro país en manos de la extrema derecha como es Italia, ha sido el vicepresidente Matteo Salvini quien ha reaccionado también en X. En un mensaje más largo que el publicado por Orbán, Salvini argumenta que "aquellos que temen el juicio de los votantes encuentran tranquilidad en el juicio de los tribunales".

Salvini compara la condena a Le Pen con la exclusión de la carrera electoral de Rumanía de Calin Georgescu, un líder neonazi vinculado también con Rusia. Y también el líder de los ultraderechistas rumanos, George Simion, ha dejado un mensaje en X en el que califica lo sucedido en Francia de "un intento de aniquilación del oponente político por cualquier medio, lo que forma parte del manual de instrucciones de los regímenes totalitarios".

Es una declaración de guerra por parte de Bruselas

—  Matteo Salvini, vicepresidente de Italia

Salvini es uno de los líderes ultraderechistas que se ha visto envuelto en investigaciones judiciales como le ha pasado también a Le Pen, a Donald Trump o al partido Alternativa para Alemania. Además de los partidos de Orbán y de Salvini, la formación que dirige Le Pen está aliada en el Parlamento Europeo con VOX y con partidos de extrema derecha de Portugal, Austria, Bélgica o la República Checa.