Soledad Gallego-Díaz: "No quieren verlo los ciudadanos israelíes en cuyas manos esta acabar con esta masacre"

Madrid

El gobierno israelí habla un día sí y otro también de que está estudiando un nuevo alto el fuego y la manera de rescatar los rehenes que aun siguen en manos de Hamas, pero en la realidad lo único que está sucediendo en Gaza es que siguen los bombardeos israelí y el gobierno de Netanyahu sigue prohibiendo la entrada de ayuda humanitaria, secuestrando médicos, asesinando a enfermeros y conductores de ambulancias y a centenares de niños, abrasados o sepultados bajo los escombros, desangrados en hospitales donde no existen ni puntos de sutura. Todo esto son crímenes de guerra, tipificados y sancionados por la ley internacional y de hecho el Tribunal Penal Internacional dictó en su día una orden de arresto contra el primer ministro israelí. Y ahora sabemos que el gobierno de un país miembro de la Unión, Hungría, ha invitado a Netanyahu, ignorando sin más las decisiones del TPI, y que no pasa nada. Y por supuesto, sabemos que los rehenes israelís en manos de Hamas pueden morir no solo asesinados por esta organización terrorista sino también, lo más probable, bombardeados y abrasados por sus miembros del ejército su propio país. Y no pasa nada. Nadie mira a Gaza, nadie mira a Tel Aviv y todos nos tapamos los ojos. No queremos verlo. No quieren verlo los ciudadanos israelíes en cuyas manos esta acabar con esta masacre. Pero la historia no es benévola con pueblos que pierden toda referencia ética.