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Cómo saber si el rosal ha brotado fuerte y sano tras la poda

La planta tiene un mecanismo para que las nuevas hojitas no se quemen por exceso de sol

Podamos el rosal 'Zepeti' la primera semana de febrero. Dos meses después, todas sus ramas están coronadas con una nueva brotación muy sana y vigorosa, lo que indica que el rosal está fuerte.

Las yemas que más han desarrollado están en la punta de las ramas. Estas son las que reciben más cantidad de energía por parte de la planta. Como están más altas, están mejor posicionadas para recibir más cantidad de luz, así que esto le encanta a la planta, y favorece a estas yemas en detrimento de otras yemas que se encuentren más bajas en las ramas.

Antocianinas

Vamos a observar más detenidamente estas hojitas nuevas. Hay algunas que todavía son pequeñas, no han adquirido el tamaño definitivo, ya que están en pleno proceso de crecimiento. Ahora sus tejidos son muy tiernos y delicados, porque las paredes de estas células nuevas todavía no han endurecido. La planta tiene un mecanismo para que estas hojitas no se quemen por exceso de sol: las pigmenta, las tiñe, de color rojo. Este tono rojo indica que hay presencia de antocianinas, que son una serie de pigmentos fotoprotectores, como también lo es la melanina de nuestra piel. De estos pigmentos que son las antocianinas ya hablamos un día, cuando decíamos que son las responsables de teñir las uvas o las moras de color rojo.

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También podemos observar cómo las hojas que salieron primero no tienen tonos rojizos, sino que ya son verdes casi por completo. Eso significa que sus células ya son lo suficientemente fuertes como para no necesitar la fotoprotección -el bronceado de las antocianinas-, y ya solamente están teñidas por el verde de la clorofila.

Estas hojas rojas las observamos ahora en toda España con la nueva brotación de los rosales, es algo muy estético. Dependiendo del cultivar o de la variedad, unos rosales tiñen más fuerte en rojo, otros menos. Esta semana nos podemos acercar a alguna rosaleda de nuestra ciudad o pueblo para ver esto. O, mejor aún, si tenemos algún rosal nosotros, nos sentamos un ratito delante de él y observamos detenidamente por dónde brota y con qué colores, para olvidarnos de todo y aprender de la propia planta.

¿Dónde forma el rosal las nuevas flores?

El rosal produce las nuevas flores en la nueva brotación del año. Por eso podemos darle una poda drástica, incluso, o bastante importante, como hicimos nosotros con el nuestro, y la planta volverá a florecer en la primavera. Es decir, vamos a fijarnos en nuestro rosal: lo podamos en la primera semana de febrero, y durante febrero hinchó las yemas de sus ramas. En marzo esas yemas se abrieron y comenzaron su crecimiento, un crecimiento que prosigue ahora y que es el que vemos.

Durante abril y parte de mayo, estas ramas seguirán creciendo y produciendo nuevas hojas, pero llegará un momento en el que las ramas más fuertes y vigorosas dejen de producir hojas, para formar en la punta, con su yema terminal, los capullos de las nuevas flores. Así, llegado mayo, el rosal florecerá de nuevo, con su estructura renovada por completo. Un viaje de crecimiento personal de la planta, desde febrero hasta mayo, para regalarnos sus rosas.

Esquejes de rosal

En nuestro caso, llenamos una pequeña maceta de esquejes. Los he metido para ver cómo han evolucionado, para ver si hicimos las cosas correctamente y si los esquejes han enraizado.

Parece que van por buen camino, porque las yemas se han abierto y han crecido. Pero esto no es tan buena señal como podría parecer. A veces ocurre que el esqueje gasta toda la energía de su cuerpo en hinchar y crecer las yemas, en formar hojas. Pero a nosotros nos interesa una sola cosa: que forme raíces, para pasar a ser una planta completa. Y en ese crecimiento de las hojas, puede ocurrir que el esqueje no forme esas ansiadas raíces, y el esqueje desgasta toda su energía y muere, porque no consigue enraizar. Así que podemos sacar dos o tres con mucho cuidado para ver cómo están por ahí abajo.

Esquejes de begonia y ficus

Los de begonia (Begonia maculata) los pusimos tanto en tierra como en agua. Estos últimos han enraizado muy bien, sin problema. Como dijimos, los esquejes de begonia suelen enraizar bastante bien directamente en agua. Justo por debajo del corte que dimos han emitido nuevas raíces. Podríamos probar a trasplantarlos ya, pero vamos a esperar a que la raíz crezca un poco más, unos cinco centímetros. El momento del trasplante a sustrato siempre es muy delicado, es algo que ya hemos comentado alguna vez.

Los esquejes de begonia que están en el sustrato también parece que están contentos. Vemos que han hinchado yemas incluso, y que están creciendo. Igual que con los esquejes de rosal, podemos sacar con cuidado algunos esquejes para comprobar si han echado raíz.

Los esquejes de los ficus también parece que están contentos. El secreto para que un esqueje enraíce bien es mantener la humedad, sin que esté encharcado el sustrato, y que cuenten con mucha cantidad de luz sin sol directo. Son dos factores indispensables para una gran mayoría de los esquejes.

Eduardo Barba

Eduardo Barba

Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador botánico en obras de arte, paisajista y profesor de jardinería....

 

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