Dos momias de 7.000 años desvelan el primer genoma humano del "Sáhara Verde"
El análisis de ADN de dos individuos momificados naturalmente de Libia durante el período húmedo africano revela que existió un linaje humano aislado en el norte de África que hasta ahora no se conocía

Momia natural de 7.000 años de antigüedad encontrada en el refugio rocoso de Takarkori (Individuo H1) en el sur de Libia. © Misión Arqueológica en el Sáhara, Universidad La Sapienza de Roma

El desierto no es un buen lugar para ningún tipo de resto arqueológico y mucho menos para restos humanos. El ADN se conserva muchísimo peor en los climas áridos. Por eso es ha sido tan difícil entender quienes eran los hombres y mujeres que vivieron en lo que hoy es el Sahara hace entre 5000 y 14.500 años. Apenas quedan restos de ellos o están muy deteriorados genéticamente.
Más información
Sin embargo, saber de su presencia allí es muy importante para los paleoantropólogos. Es una pieza más para entender los movimientos y las rutas de las primeras migraciones humanas en África y hacia el resto del mundo.
Aquellos pobladores del actual Sahara vivían en un lugar completamente distinto al que vemos ahora: era un sabana verde llena de agua, árboles y plantas. Lo llaman los expertos "Sahara verde" y corresponde a una época climática llamada "periodo húmedo africano". De esa época son, por ejemplo, los famosos dibujos de la cueva de los nadadores, que popularizaron el libro y la película "El paciente inglés". En la cueva, Lazlo Almásy, encontró "hombres nadando". Era una idea tan "absurda" en 1934 que el editor del libro colocó varias notas a pie de página advirtiendo que no estaba de acuerdo con lo que decía el libro. Sin embargo, sí tenía sentido. La aridez que llegó después convirtió a esta región en uno de los desiertos más grandes del mundo pero en esa época era un vergel donde vivían algunos de nuestros ancestros.
Ahora, un pionero estudio del ADN de dos momias encontradas en otra cueva, cercana a la de los nadadores y llamada "refugio rocos Takarkori", en Libia, explica que su linaje divergió de las poblaciones del África subsahariana aproximadamente al mismo tiempo que los linajes humanos modernos se extendieron fuera de África hace unos 50.000 años. Este nuevo linaje humano, recién descrito, permaneció aislado.
El flujo genético no fue muy grande
Además, estos individuos "comparten estrechos lazos genéticos con recolectores de 15.000 años de antigüedad que vivieron durante la Edad de Hielo en la Cueva de Taforalt, Marruecos, y que son anteriores al período húmedo africano. Esto indica que, a pesar del "reverdecimiento" del Sahara, el flujo genético entre las poblaciones del sur y del norte de África no fue muy grande durante la época húmeda, al contrario de lo que se creía hasta ahora.
El estudio también explica que estas momias de Takarkori tienen diez veces menos ADN neandertal que las personas de fuera de África, pero mucho más que los africanos subsaharianos actuales. El autor principal, Johannes Krause, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, dice que "recibieron ADN neandertal debido al flujo genético desde fuera de África".

Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...




