Israel ataca una clínica de la UNRWA en un campo de refugiados de Gaza y mata a una veintena de palestinos

Israel está cumpliendo con su amenaza de intensificar todavía más sus bombardeos sobre Gaza y ha impactado de lleno este miércoles sobre una clínica gestionada por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA por sus siglas en inglés) en el campo de desplazados de Jabalia. La cifra de víctimas varía cada poco tiempo, aunque las autoridades gazatíes confirman que son al menos 19 los muertos, la mitad de los cuales son niños.

El ejército hebreo ha justificado posteriormente la matanza en un comunicado en el que ha argumentado que el objetivo del ataque era un supuesto centro de mando de Hamás en Jabalia. El número de palestinos asesinados en lo que va de día por este y otros ataques se eleva ya por tanto a 50, ya que las ciudades de Jan Yunis y Rafah han sido también objetivo de las bombas israelíes.

El ministro de Defensa hebreo, Israel Katz, ha confirmado a primera hora que los ataques de Israel no solo persiguen "eliminar terroristas", sino también "apoderarnos de amplias zonas que serán anexionadas", mientras que el Comisionado General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha descrito en X la situación actual en Gaza como "uno de los momentos más oscuros de la historia de la humanidad".

Provocación del gobierno de Netanyahu

En paralelo a esta nueva oleada de ataques, el ministro de Seguridad Nacional y representante de una de las ramas ultraderechistas del gobierno de Netanyahu, Itamar Ben Gvir, ha vuelto a visitar esta mañana la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. Ben Gvir ha vuelto recientemente al gobierno que había abandonado durante el acuerdo de alto el fuego y había protagonizado ya otras visitas que son consideradas como provocaciones por la población musulmana.

Ben Gvir vuelve así al primer plano después de haber criticado a Netanyahu por haber aceptado la tregua temporal que terminó rompiendo el ejército hebreo de forma unilateral.

Hoy además el primer ministro hebreo visita Hungría, donde espera reunirse con el ultra Viktor Orbán. Sobre Netanyahu pesa una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en Gaza, y Hungría es uno de los países que reconoce la jurisdicción de la CPI. Aún así, el gobierno de Orbán ha confirmado que no va a actuar contra el dirigente israelí.