"Muy pocos en un rodaje ven y escuchan lo que está pasando": Un equipo de Hora 25 se cuela en el final de 'Altas Capacidades', la nueva película de Víctor García León

Madrid

Muchos seguro que se han preguntado alguna vez cómo es un rodaje de una película detrás de las cámaras. Cuántas personas trabajan a la vez en el set, cuántas tomas se hacen de una misma escena, qué pasa con las escenas grabadas en días distintos... Acaba de terminar el rodaje de la película Altas Capacidades, de Víctor García León, y un equipo de hora 25 ha podido colarse en uno de los últimos días de grabación.

En un colegio de La Moraleja, al norte de Madrid, un equipo de más de 70 personas —entre ellas unos 15 niños— ruedan el final de la película "Altas Capacidades", de Víctor García León. El director, que proyecta un ambiente muy relajado y positivo entre el equipo, explica cómo han montado un set de rodaje en un centro escolar: "Estamos iluminando un aula de primaria donde va a haber una asamblea de niños. Por eso está todo esto lleno de niños que suben y bajan y se pierden. Tenemos que encontrarles a todos, meterles en ese aula y rodar una una secuencia", dice entre risas. Sirve de conductor: "Ahí está vestuario, más adelante está maquillaje y peluquería, yeso está lleno de actores. Y en medio estamos los del equipo técnico: producción, dirección, sonido. Estamos en un colegio donde que tenemos espacio para estar todos, es muy agradable rodar aquí", cuenta.

Víctor García León, además de director de la película, es coguionista junto a Borja Cobeaga, y entre los dos han escrito una película sobre las inseguridades que atraviesan los padres a la hora de elegir el colegio para sus hijos: "Es un momento donde tú eliges el escalón social del que partes, y es un momento muy enloquecedor. Nos parecía que en esa especie de aspiración social, que tiene que ver con llevar a tu hijo a aprender flauta travesera y a aprender chino mandarín, pretendemos que los hijos nos representen. Es algo tan absurdo y tan ridículo en lo que caemos todos, y las mejores comedias se basan en algo cierto", reconoce.

El niño sobre el que gira el guion de la película es Fer, y lo encarna el actor Suso Nanclares, que con solo 10 años, se mueve por el set como pez en el agua: "Creo que hemos encontrado Marlon Brando en chiquitito. Me parece impresionante y además hay que dirigirle poco, hay que dejarle ser", apunta García León. "Maneja la situación de una manera increíble y con él está siendo una gozada trabajar", insiste también Marian Álvarez, otra de las protagonistas, que, junto a Israel Elejalde, hacen de padres preocupados por el futuro escolar de su hijo.

La producción corre a cargo de Sandra Hermida y de Marisa Fernández, que conocen a la perfección todo el set: "Hay muy poca gente que está escuchando y viendo la película", explica Fernández. El Script, Pablo Ramos, intenta que las secuencias tengan continuidad, lo que se conoce como raccord: "Como las secuencias se filman desde distintos puntos de vista, hay que repetir la escena casi siempre igual, para que luego, en montaje de cada uno de esos pedacitos del rompecabezas cuando se arma, pegue y no haya ninguna diferencia", detalla Ramos. "Es un director que lo que más le importa son sus actores su verdad", apunta la productora Marisa Fernández, "y a veces siempre nos dice el raccord está sobrevalorado", añade.

Tamara Arévalo, la directora de sonido, trata que todo suene "lo más limpio posible", y cuenta una anécdota: "Por ejemplo, acaba de pasar, había una actriz, que pasa con unos tacones, lo que hacemos es poner moqueta o ponerle fieltro en los zapatos para que no suene". El subdirector de la película, Eduardo Huete, es la "voz cantante" durante toda la jornada: "Mi labor es intentar ver cuánto tiempo le dedicamos a cada secuencia de la forma más operativa y que logísticamente todo funcione para que tengamos el mayor tiempo posible y de la manera más adecuada para poder rodar la película", describe Huete.

"Esta película va transitando por las distintas clases sociales y era muy importante reflejarlo en la arquitectura sin caricaturizar y que sea una cosa muy verosímil porque forma parte como del imaginario colectivo", explica Carmen Albacete, la directora de arte. Además de ella, la directora de fotografía, de peluquería, de maquillaje, y de vestuario, trabajan con una sintonía llamativa, como una partida de ajedrez en la que cada uno sabe perfectamente su siguiente movimiento.