Un estudio demuestra que una vacuna del herpes zóster reduce el riesgo de demencia: "Abre una puerta tremenda a la prevención"

Madrid

Un tipo de vacuna contra el herpes zóster, la vacuna de virus vivo atenuado, que actualmente ha sido ya sustituida por otra, reduce un 20% el riesgo de desarrollar demencia a los siete años de su inoculación. Lo publica Nature y lo han comprobado investigadores de la Universidad de Stanford en una población de más de 200.000 personas. Este estudio acerca, más que nunca, según los expertos, la posibilidad de una intervención "sencilla, barata y factible" para prevenir la demencia.

"Un trabajo excepcional metodológicamente"

En 2013, el Servicio Nacional de Salud de Gales puso en marcha su programa de vacunación contra el herpes zóster, la infección también conocida como 'culebrilla' que provoca el virus latente de la varicela cuando se reactiva. Las autoridades sanitarias decidieron vacunar sólo a las personas que, a 1 de septiembre de 2013, tuvieran 79 años, lo que dejaba fuera, por ejemplo, a quienes cumplieran 80 sólo un día antes, el 30 de agosto. Investigadores de la Universidad de Stanford, con Pascal Geldsetzer al frente, decidieron estudiar la evolución, los historiales sanitarios, de más de 280.000 galeses, comparando a las personas que cumplieron 80 años la semana antes de que se iniciara la vacunación con quienes los cumplieron la semana después y, por tanto, recibieron el pinchazo. "La ventaja es que consigues grupos de comparación realmente buenos, porque sabemos que la única diferencia entre los vacunados y los no vacunados radia en si nacieron unos días antes o después. Esto es lo que hace que nuestros hallazgos sean tan contundentes y emocionantes", explica el profesor Geldsetzer, que añade que "hasta la fecha, los estudios en el campo de las vacunas se han limitado a comparar a las personas que deciden vacunarse con las que no lo hacen, y estos grupos de comparación no son muy buenos porque existen muchas diferencias en los hábitos de salud entre quienes deciden vacunarse y quienes no lo hacen".

Para Luis Buzón, de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC), "la importancia de este trabajo está en la metodología, es un trabajo muy robusto, con una cantidad de gente enorme, un tamaño muestral de casi 290.000 personas, y en el que los factores de confusión están muy controlados (si hay más mujeres que hombres vacunados, si sus hábitos son muy distintos, o los índices de drogadicción, alcoholismo y tabaquismo). Esos factores de confusión son el principal problema que tenemos para poder extraer conclusiones de estudios retrospectivos como éste, pero aquí se comparan dos grupos que son muy muy similares". Esto es lo que, en su opinión, hace que el estudio sea "metodológicamente excepcional y extremadamente robusto, por lo que es altamente probable que los resultados sean ciertos". Coincide en su análisis Pascual Sánchez, de la Sociedad Española de Neurología. "Es casi un experimento natural con resultados bastante robustos y muy interesantes porque ponen en el punto de mira una herramienta bastante coste-efectiva, como es la vacunación contra el virus varicela zóster, y que muestra que protege en un 20% del riesgo de desarrollar una demencia. Son, por tanto, unos resultados muy interesantes que hay que tener en consideración".

"Se abre una ventana muy importante de posibilidades"

Pascal Geldsetzer, profesor de la Universidad de Stanford y director de la investigación, habla con pasión del "enorme potencial terapéutico" que, en su opinión, pueden tener sus hallazgos. "Observamos efectos protectores mucho mayores que con otras herramientas farmacológicas disponibles actualmente para la demencia. Y, lo que es más importante, la vacuna contra el herpes zóster es una intervención única, fácil de conseguir, económica y segura. Por lo tanto, creo que este hallazgo es increíblemente emocionante y tendría importantes implicaciones para la salud de la población en el tratamiento de la demencia, y también, por supuesto, para la investigación sobre las causas reales de la demencia". Geldsetzer confía en conseguir financiación para hacer un ensayo al uso con esta vacuna de virus virus atenuado, que actualmente ya no se utiliza.

También los expertos en microbiología y neurología destacan el futuro potencial terapéutico de este descubrimiento. El neurólogo Pascual Sánchez explica que "ahora mismo no hay herramientas terapéuticas que consigan lo que dice este estudio, y el futuro en estas enfermedades está en la prevención. Puede ser muy, muy importante, desde el punto de vista de la salud pública, porque la demencia es una auténtica epidemia que se nos viene encima y tenemos que disminuir el impacto de la enfermedad a toda costa". Coinciden, también, en que son necesarios ensayos clínicos controlados, pero son optimistas. "Es muy relevante porque abriría una puerta tremenda a la prevención de la demencia. De comprobarse estos hallazgos en otros países, de validarse en otros sitios y confirmarse, se abriría la puerta a la prevención de algunos tipos de demencia a través de la vacunación frente a herpes virus. Ciertamente es interesantísimo y merece la máxima atención", remata el doctor Luis Buzón.