Hungría confirma que deja de reconocer a la Corte Penal Internacional el mismo día en que Netanyahu visita Budapest
El gobierno del ultra Viktor Orbán no cumple con la orden de arresto emitida contra el primer ministro israelí por crímenes de guerra cometidos en Gaza

Benjamín Netanyahu junto a Viktor Orbán este jueves en Budapest / Janos Kummer

Viktor Orbán da un paso más para alejar a Hungría de la política exterior de la Unión Europea de la que forma parte para alinearla con los intereses de gobiernos más acordes con su identidad ultraderechista como los de Estados Unidos o Israel. El gobierno de Hungría ha confirmado esta mañana que deja de reconocer a la Corte Penal Internacional, cuya jurisdicción ratificó en noviembre de 2001.
El anuncio llega en el mismo día en que Orbán recibe en Budapest a Benjamín Netanyahu. Si el líder húngaro hubiera cumplido con el compromiso internacional firmado por su país hace 24 años, el primer ministro de Israel debería haber sido detenido al llegar al país ya que pesa sobre él una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por su responsabilidad en los crímenes de guerra cometidos por el ejército hebreo en la Franja de Gaza.
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Las autoridades húngaras no solo no han detenido a Netanyahu, sino que ha sido recibido con honores y finalmente dan la espalda al tribunal con sede en La Haya. Aunque no es el primer país que deja de reconocer a la Corte, sí que es la primera decisión de este tipo que se toma desde que se emitió la orden de arresto contra Netanyahu.
Hungría es no sólo aliada de Israel, sino también de Rusia, y la Corte Penal Internacional mantiene también una orden de arresto contra Vladimir Putin por el traslado forzoso de niños ucranianos a territorio ruso. Razones políticas para dejar de colaborar con la Justicia internacional, aunque es precisamente el supuesto carácter político del tribunal el que esgrime Orbán para su decisión: "Un Estado democrático autosuficiente y regido por el Estado de Derecho, como Hungría, no puede participar en un tribunal internacional que opera sobre la base de motivaciones políticas", ha dicho en su comparecencia junto a Netanyahu.
La Corte Penal Internacional tiene un respaldo casi unánime de los países europeos, España ratificó su jurisdicción en el año 2000, pero más de 60 naciones en todo el mundo no la reconocen. Entre estos países hay varios en el punto de mira por su incumplimiento de la protección de los derechos humanos como es el caso de China, Rusia o Israel. Tampoco Estados Unidos asume las órdenes del tribunal.
Satisfacción de Netanyahu
Al primer ministro israelí se le ha visto sonriente y encantado por su primera visita a Europa desde el inicio de la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza que ha dejado más de 50.000 muertos. Ha dedicado todo tipo de elogios al ultraderechista Viktor Orbán.
Has sido el primero, pero espero que no seas el último
— Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel
Netanyahu ha aprovechado el altavoz que le ha servido el primer ministro húngaro para calificar de "institución corrupta" a la Corte Penal Internacional. Ha llevado incluso su mensaje más allá para justificar evitar a los tribunales internacionales: "los dos países estamos librando una batalla similar por el futuro de nuestra civilización común, por la civilización judeo-cristiana, occidental"
Tanto él como Orbán han acusado a Europa de ser responsable del aumento del antisemitismo el último año y medio, y en concreto han apuntado sin prueba alguna a los inmigrantes irregulares, de quienes dicen que extienden el odio hacia los judíos. Orbán a su vez ha aplaudido que Israel haya vuelto a asediar la Franja de Gaza o a atacar Siria en las últimas horas.




