El cuarto de estar
"Porque, bajo el punto de vista exclusivo, en mi familia, el cuarto de estar era yo. Por riguroso orden cronológico, primero iba mi abuela; luego, mi padre; a continuación, mi madre; el cuarto de estar era yo, y la quinta, mi hermana"

Barcelona
No le deis más vueltas, queridos boomers. Nuestro destino estaba escrito en las canciones de Radio Futura. A veces, aquellas letras no se entendían; esto es porque hablaban de nosotros, y a nosotros no hay quien nos entienda. He escuchado más veces la canción “Han caído los dos”, que a la voz de mi conciencia. Y a pesar de ello, nunca he llegado a comprender todas las frases que salen. Hoy, décadas después, creo que al fin he captado el sentido de la frase que decía: “Bajo el punto de vista exclusivo”. ¡Si saltaba a la vista! Los hermanos Auserón se referían a lo que me sucedía a mí cada vez que oía hablar del cuarto de estar. Porque, bajo el punto de vista exclusivo, en mi familia, el cuarto de estar era yo. Por riguroso orden cronológico, primero iba mi abuela; luego, mi padre; a continuación, mi madre; el cuarto de estar era yo, y la quinta, mi hermana. Eso, ya digo, bajo un punto de vista exclusivo. Sin embargo, también es cierto que, desde el punto de vista genérico, el cuarto de estar era un tipo de habitación. Yo flipaba cada vez que mi madre decía cuarto de estar cuando hablaba de la casa de alguien. Me sentía como Colombo boquiabierto delante de un contestador automático. ¡Qué maravillas tienen los demás! En el mundo, hay miles de cosas por todas partes, y encima son normales. Pero uno no lo sabe. No teniendo muchas cosas, quise tener muchas palabras, ya que las palabras son la representación de las cosas. Pero, a veces, si no tienes la cosa, no ves como encaja con su palabra. El caso es que, para mí, todos los cuartos eran de estar, ya que en todos ellos se estaba de un modo u otro. Lo que más me gustaba de mi casa era el balcón. Se podía estar estando afuera. Lo mejor es estar fuera de los cuartos.




