El gasto energético de la IA: cada imagen generada con ChatGPT consume entre 2 y 5 litros de agua

Madrid

Solo en la última semana, las imágenes generadas por inteligencia artificial han consumido 216 millones de litros de agua. Cada una de estas imágenes que recrean las fotografías que nosotros enviemos pero con otros estilos consume entre 2 y 5 litros de agua. Todo este gasto, según nos cuenta Ekaitz Cancela, experto en Inteligencia Artificial y tecno-política en la Universidad Oberta de Cataluña se genera "al refrigerar los servidores dedicados a alimentar los diferentes productos y sistemas de la IA". De hecho, el propio CEO de OpenAI ( la empresa matriz de ChatGPT) ha publicado en redes sociales que sus servidores se están derritiendo de tanto flujo de información. Pues para enfriar estos servidores se necesita agua.

Para María Prado, responsable de la campaña de energía y movilidad de Greenpeace, estos datos son insostenibles y "el impacto del medio ambiente es, como poco preocupante". Prado divide las consecuencias que tiene este uso excesivo de Inteligencia Artificial, el consumo de agua y el consumo de energía y las emisiones que eso provoca. Los últimos datos de consumo de energía, nos cuenta Prado, que alertan de que la huella de carbono real "representa el 25% de los gases de efecto invernadero, algo que incluye toda la industria e infraestructura que hay detrás".

El consumo detrás de cada clic

Según nos cuentan los expertos todo lo que hacemos en internet tiene un impacto, deja una huella. Prado nos cuenta que cada vez que mandamos un meme o reenviamos un mensaje por un grupo o un simple email estamos generando gramos de CO2. Cancela nos cuenta que aunque todo genere un gasto tanto de agua como de energía, las Inteligencias artificiales son la gota que colma el vaso.

Cancela nos pone como ejemplo que "una consulta en ChatGPT consume 3 veces más energía que una simple búsqueda en Google". Otro ejemplo es el gasto que se genera en las actualizaciones, en la última, la que dio paso a la versión 3 de la IA se consumió la energía correspondiente al consumo medio de una vivienda en España en 23 años.

Unos datos que tanto para Cancela como para Prado son preocupantes. La solución que ven ambos expertos se centra en la regulación de estas grandes compañías, actualmente no hay ninguna restricción en cuanto al uso de energía y agua. A los gobiernos, según cuenta Cancela, “no les interesa”.

En un país u otro los centros de datos seguirán existiendo, se tendrán que seguir enfriando tras las avalanchas de consultas y eso hará que el gasto en agua siga contándose por millones.