Alicia Borrachero: "Pastillas, una copa o un cigarro. Vivimos en la sociedad del 'tómate algo' cada vez que te encuentras mal"
La actriz interpreta a una psiquiatra que prueba un nuevo fármaco antidepresivo con dos jóvenes voluntarios. Inspirado en un caso real, 'El efecto' es una obra de Lucy Prebble, una de las creadoras de la serie Succession, sobre un ensayo clínico y sus consecuencias

¿Alguna vez has sufrido de depresión? Con esta pregunta que formula la doctora Lorna James comienza El efecto, una obra de teatro de Lucy Prebble, una de las creadoras de la serie Succession, traducida y versionada por Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher, este último director también de Prima Facie, con Vicky Luengo, y de La madre, con Aitana Sánchez-Gijón, otra obra que abordaba la salud mental. El efecto está inspirada en hechos reales, en unos ensayos clínicos que se realizaron en Reino Unido en 2006, en los que unos voluntarios probaron nuevas drogas en un hospital y que les provocaron daños en sus órganos. El efecto es un experimento en el que participan dos jóvenes, interpretados por Elena Rivera e Itzan Escamilla. Lo dirige el doctor Toby Sealey, Fran Perea, y Alicia Borrachero es la psiquiatra que les suministra las dosis y supervisa la evolución de un fármaco para curar la depresión.
Desde que se escribió la obra hemos atravesado un confinamiento y una pandemia cuyas consecuencias quizá todavía no sabemos del todo, pero hoy se habla más de salud mental, hoy sabemos distinguir más si lo que atravesamos es una tristeza o un estrés pasajeros de lo que es una depresión o un cuadro de ansiedad. "La perspectiva de la salud mental está todo el tiempo presente en la obra. El personaje de Fran Perea es un psiquiatra by the book, es decir, todo es química. Si yo con la química puedo conseguir que una persona se relaje, a lo mejor también puedo conseguir hasta que se enamore", advierte Borrachero, cuyo personaje apuesta más por la terapia. "Es un trabajo personal y continuo, a largo plazo, como ir a un nutricionista o al gimnasio", explica, "pero vivimos en la sociedad del 'tómate algo' cada vez que te encuentras mal, bien sea una copa, un cigarro o una pastilla".
Uno de los dilemas de la obra es cómo abordar la depresión. Si una pastilla fuera suficiente, como a quien le duele la cabeza, o si nos medicamos demasiado para todo y toda esa química tapa nuestras emociones. También las manos en las que estamos, que son las del capitalismo, del dinero, de las farmacéuticas. "La depresión como enfermedad es buena para el negocio", dice su personaje en una obra que también cuestiona si el amor o el enamoramiento es un constructo cultural o un chute de dopamina, es decir, si se puede alterar con química como quien controla otras emociones en el cerebro.
"En nuestra época el amor estaba muy idealizado, nos vendían un final feliz o el momento del beso, el amor romántico, y luego la vida no es así o no todo el tiempo. Yo creo que ahora los jóvenes tienen tanta información, tanto acceso a tantas cosas que a las que no deberían tener acceso, como por ejemplo la pornografía en menores, las películas, series o redes sociales, que están creciendo con una exposición absolutamente descarnada a materiales que no deberían ver. Incluso en las noticias nos muestran un mundo muy hostil. Yo cuando era joven, claro que había guerras, pobreza e injusticias, pero recuerdo que teníamos ilusiones. Ahora la juventud está más desilusionada por la situación en la que están ellos y todo lo que les rodea y me da mucha pena por ellos", dice Borrachero. De todo ello hemos hablado en la entrevista.
El efecto llega el 9 de abril a los Teatros del Canal, hasta el 20, antes de seguir su gira por España. "El lugar natural del actor es el teatro, no solamente porque es la experiencia en vivo, sino porque los grandes textos están en el teatro, tanto los clásicos como los modernos como este de Lucy Prebble. Es donde tenemos a Shakespeare, a Chéjov, a Lorca o a Ibsen. Puede llegar a ser muy sanador y muy transformador, más cuando hay cada vez menos papeles interesantes en cine y televisión para mujeres que ya no tenemos 30 años", concluye la actriz.











