El mercado inmobiliario arrincona a las familias: "He llegado a ocultar que tengo hijos porque me han rechazado demasiadas veces en procesos de selección"
Las monoparentales, encabezadas en casi el 81% por mujeres, son las que más difícil tienen alquilar un piso por la desconfianza de los propietarios

Madrid
"Me han excluido de procesos de selección por tener menores a cargo, he perdido durante 6 años muchas opciones", cuenta María, actualmente beneficiaria de uno de los proyectos habitacionales de Provivienda. Las familias monoparentales, casi en el 81% encabezadas por mujeres, sufren aún más si cabe la asfixia del mercado inmobiliario. Eva vive en Vigo con sus padres, tiene 42 años y dos niños, uno de 5 y otro de 2: "Me han rechazado por email, por teléfono y hasta en persona cuando he ido a ver un piso porque tengo hijos. Una vez no llegaron ni a enseñármelo". Reconoce que "últimamente lo ha ocultado" como recomendación también de otras madres solteras que se han encontrado con la dificultad de alquilar. Por otro lado, lamenta que dudan de ella antes de conocer si tiene posibilidades para afrontar el pago de la mensualidad: "Me dicen que no aceptan niños porque con la nueva ley es más difícil desalojarme si dejo de pagar".
Alexandra es madre soltera de tres hijos y cobra aproximadamente 1.300 euros: "En las inmobiliarias me decían directamente que no me iban a alquilar el piso a mí porque no iba a poder sufragarlo con mi sueldo. Verdaderamente, lo que hacen es bloquearte todos los caminos para poder acceder a una vivienda". Tras seis meses topándose con negativa tras negativa, consiguió piso en Valladolid a través de un particular: "En un primer momento dije que tenía dos hijos, pero a la hora de firmar reconocí que tenía cuatro. Le conté que venía de pasar muchas dificultades y lo comprendió. De hecho, me admira por criar a cuatro hijos yo sola". Tanto ella como Eva son usuarias de la Federación de Asociaciones de Familias Monomarentales (FAMS).
El alquiler a casados o parejas se ha reducido en un 11% en la última década, según los últimos datos de la red inmobiliaria Tecnocasa. Cynthia vive en el barrio madrileño de Moratalaz y lleva casi tres años buscando piso: "Vivo en uno de 60m, tengo cuatro hijos y necesito algo más grande". El problema, dice, es que a pesar de reunir los requisitos de los propietarios para optar al menos a ser un posible inquilino, no quieren a familias: "Pregunto por un piso de 3 habitaciones y me dicen que no quieren niños, ¿alquilo a parte un trastero para meterlos?. Es tremendo cómo está el mercado inmobiliario para las familias". Aboga por encontrar un punto de encuentro entre inquilinos y propietarios que favorezcan "las propias inmobiliarias como mediadoras".
Temor a que las familias se consideren vulnerables
Según el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, los propietarios consideraban a las familias el perfil más estable. "Sin embargo, con la ley estatal de vivienda, hay desconfianza entre los propietarios porque el proceso para recuperar la vivienda es más complicado si un inquilino deja de pagar y se considera vulnerable", explica Antonio Crespo, director comercial de Alquiler Seguro. Esto lleva a que muchos propietarios busquen un perfil de "inquilino perfecto" casi inalcanzable. David Manrique, director de Capitalis Servicios Inmobiliarios (Madrid), señala que "les han pedido funcionarios con 10 años trabajando": "Tuvimos que rechazarlo porque es casi imposible encontrarlo".
Sobre el encaje legal de la posible discriminación en la que se incurre excluyendo a familias con menores, Erika Sánchez, de Tres K Abogadas, argumenta que "es difícil demostrarla". No obstante, recuerda, el Código Civil establece que "las partes podrán establecer las cláusulas y condiciones que no pueden ser contrarias ni a la moral, ni a la ley ni al orden público". En este punto recalca que el artículo 14 de la Constitución "establece que nadie puede ser discriminado".
El alquiler de temporada también arrincona a las familias
"Nosotros llevamos 25 años viviendo en la misma finca, somos una familia de clase media y nunca hemos dado problemas. Hace dos años recibimos un burofax de los propietarios diciéndonos que no nos renovaban el contrato y que hiciéramos el favor de devolver las llaves", relata Joan. Este vecino del centro de Barcelona vive con su pareja y su hija de 17 años, pagan en estos momentos mil euros "que es el límite del precio del alquiler para grandes tenedores". Ahora, los propietarios quieren convertir el inmueble al completo en un Coliving, un modelo basado en el alquiler temporal y por habitaciones: "De mi piso sacarán una más. Si el precio medio en Barcelona está entre los 700 y 800 euros y multiplicamos por 4 habitaciones, ganan mucho más, es lo que quieren". Joan lamenta que después de "toda una vida" ahora se les consideren como inquilinos "que están de paso". Y asegura que pelearán en los tribunales: "Estamos esperando un requerimiento judicial. Hemos emplazado a los propietarios a sentarse para negociar y no hay manera, llevamos ya dos años fuera de contrato pero seguimos pagando como siempre hemos hecho".
Cataluña es la única comunidad en topar los precios del alquiler en zonas tensionadas, acogiéndose a la ley estatal de vivienda. Pero la norma no incluye la regulación de precios para los alquileres de temporada y por habitaciones, que suelen ser contratos de menos de un año. El sindicato de Inquilinos de Cataluña advierte de que estos últimos son un coladero para sortear la limitación de precios. En Barcelona, por ejemplo, han aumentado este tipo de alquileres en un 45% en el último año, según Idealista.
La ley estatal de vivienda deja fuera a los alquileres de temporada. No se aplican sobre ellos el tope a las subidas anuales, del 2,2% en 2025, o las prórrogas extraordinarias. La oferta ha crecido un 24% en el último trimestre de 2024. Son ya el 14% de todas las viviendas en alquiler que se anuncian en Idealista. Mientras, la oferta de alquiler permanente encadena ya 3 años y medio de caídas.




