China, más que preparada para resistir una guerra comercial con Estados Unidos

Madrid

China espera posicionarse, a medida que los aranceles causen un mayor desasosiego económico, como una potencia fiable, como un defensor responsable del comercio justo y demasiado poderoso como país para ceder a la presión norteamericana.

Publica el periódico del Partido Comunista chino (el Diario del Pueblo), la auténtica fuente de pensamiento del PCC, que Pekín llevaba tiempo preparándose para una guerra comercial con Estados Unidos, y aunque no la deseaba, una vez sobre la mesa, China puede salir más fuerte aún: "El abuso de aranceles por parte estadounidense tendrá un impacto en China, que duda cabe, pero no se derrumbará, porque china es una supereconómica, somos fuertes y resilientes ante el acoso arancelario de Estados Unidos".

China también busca, con la actual coyuntura, extender sus lazos comerciales y solidarios con naciones afectadas por los aranceles norteamericanos, dice el Diario del Pueblo. Acusan a Estados Unidos de jugar al 'monopoly' tratando de subvertir el orden internacional económico y comercial que ya existe, anteponiendo los intereses de Estados Unidos al bien común de la comunidad internacional, extendiendo las ambiciones hegemónicas de Washington a costa de los intereses legítimos de otros países.

China está fuerte, y aunque se verá afectada, no saldrá dañada. El Presidente Trump quiere transformar el sistema comercial global que China domina actualmente. Las exportaciones siguen siendo el principal motor de crecimiento, en un momento en el que China intenta superar una crisis inmobiliaria y abordar otros problemas económicos importantes.

El artículo del Diario del Pueblo, argumenta que china está preparada para resistir los aranceles de Trump, porque ya no dependía del mercado estadounidense para sus exportaciones y los bancos chinos están bien capitalizados teniendo margen para inyectar más dinero a la economía china actual.

Argumentaban en el periódico que China puede contraatacar a Estados Unidos con una serie de nuevas herramientas regulatorias, algunas ya anunciabas que afectan a 11 empresas norteamericanas (incluidas en la lista de no fiables) y a otras 16 que deben ser controlables. Controlarán las exportaciones de tierras raras, medianas y pesadas y los consabidos aranceles del 34% a productos estadounidenses equivalentes a lo que Trump aplica a los productos chinos.

El gobierno chino lleva meses intentando establecer una mesa de negociación con Estados Unidos para preparar un posible encuentro entre Trump y Xi Jinping, pero no han recibido respuesta de la Casa Blanca. "China no cerró la puerta a las negociaciones", dice el periódico, "pero igual que estamos preparados para negociar, también lo estamos para lo peor".