El desplome
Los mercados saben tres cosas básicas, porque tienen memoria, un bien escaso al parecer en la Casa Blanca

Madrid
Las Bolsas caen. Los mercados se desploman. En EEUU. En Europa. En Asia. ¿Es la típica reacción histérica ante un evento adverso? No. Es una reacción completamente lógica a un desatino: la carrera arancelaria desatada por Donald Trump, a dos días de que se cumpla su ultimátum contra Europa.
Los mercados saben tres cosas básicas, porque tienen memoria, un bien escaso al parecer en la Casa Blanca. Saben que los vaivenes en las políticas, idas y venidas, marchas directas y marchas atrás, son terribles para las empresas, porque no pueden planificar su producción, su inversión, su contratación privada, sus licitaciones en el sector público, viven en una montaña rusa.
Saben también que el proteccionismo provoca proteccionismo como reacción, y que al final todos pierden. Y saben que por tanto, estas aventuras desembocan en una recesión, crecimiento negativo y paro. Y a veces, en una Gran Depresión, que es una gran recesión pero multiplicada por mucho.
La reacción de la Casa Blanca al aumento de los aranceles de China, del 34%, como respuesta exactamente proporcional a la última tuerca también del 34% con que la apretó Washington, es del todo frenética: amenaza con otra ronda, del 50%. Así, sumándolo todo, al cabo duplicaría largamente los precios de las exportaciones chinas.
Pero cuidado, China no es Mónaco. Si en su autodefensa empieza a vender la enorme reserva de dólares americanos que guarda en su banco central, puede llegar a provocar la quiebra de EEUU. Esto va también de póker. A ver quién aguanta el envite sin pestañear.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...