Javier Giner: "Una ficción que retrate a la juventud actual sin drogas sería ciencia ficción"
La serie 'Yo, adicto', creada por Giner a partir de su propia experiencia, abre un debate sobre cómo las series representan —y afectan— a la percepción social de las adicciones

La Ventana de la Tele | Series y adicciones con Javier Giner y Alba Carballal
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Madrid
Yo, adicto, la serie de Disney +, ha removido conciencias en torno al mundo de las drogas y ha arrojado luz sobre una realidad tan común como invisibilizada: las adicciones. Creada por Javier Giner, es el reflejo de su propio proceso de desintoxicación tras decidir, a los 30 años, ingresar voluntariamente en un centro para romper el círculo autodestructivo en el que estaba inmerso. Giner, junto con la también guionista de la serie, Alba Carballal, ha contado en La Ventana cómo fue el proceso de adaptar su propio libro y sus intenciones ulteriores con la serie.

Para él, tanto el libro como la adaptación televisiva fueron parte del mismo proceso terapéutico. Sin embargo, no dudó en actualizar el fenómeno de las adicciones, que, asegura, se encuentra en constante evolución. "Las adicciones también pasan ciclos, olas. No puedes escribir esta ficción en 2024 y no hablar de ciertas sustancias o consumos. Por ejemplo, el fentanilo. Lo veremos mucho más por los estragos que está causando en Estados Unidos", ha comenzado diciendo Giner.
"Se suele decir que en las adicciones hay un momento de lucidez desesperada, algo salvaje, que o pides ayuda para salir del hoyo o te mueres. En la adicción, como enfermedad, está en juego la vida y la muerte. En la serie se explica el momento que para mí significó tocar fondo, cuando me di cuenta de que me estaba destrozando a mí mismo y a mi familia. Cada persona que ha sido adicta tiene su propia historia de terror. He presenciado muchas de ellas y es un momento casi guionizado", ha explicado el creador sobre la dicotomía realidad-ficción que se produce en Yo, adicto.
Por su parte, Alba Carballal ha contado que su intención no era rebajar lo esencial del conflicto. "Queríamos contar que si alguien llega a ser adicto es porque hay muchas cosas que justifican esa adicción, que hay un contexto. Pretendíamos que fuera una serie que no apestase a moralina", ha dicho la guionista.
¿Cómo mostramos las adicciones en la ficción?
Por su parte, Alba Carballal, que formó parte del equipo de guion de Yo, adicto, y también ha trabajado en series como Días mejores o Física o Química: Nueva Generación, que retratan el consumo desde distintas perspectivas generacionales, ha contado que su intención no era rebajar lo esencial del conflicto. "Queríamos contar que si alguien llega a ser adicto es porque hay muchas cosas que justifican esa adicción, que hay un contexto. Pretendíamos que fuera una serie que no apestase a moralina".
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Giner cree que la realidad es mucho más dura que lo que muestran en la serie. "La gente dice que la serie es muy visceral, y creo que es porque es un conjunto de almas, no solo la mía. Ha habido mucha gente que se ha acercado a la serie y me ha dicho que es muy dura. Sin embargo, la vida real es mucho más terrorífica que la serie. Nada se acerca a lo que yo he visto en la realidad", ha afirmado.
No obstante, también cree que, como creadores, tienden a quitarse responsabilidad. "Yo no creo en una ficción ejemplarizante, pero también es verdad que no quiere decir que hagas apología de cosas que sabes que destrozan familias. Queríamos que la serie desestigmatizase y educase. Una ficción de jóvenes sin drogas es ciencia ficción. El problema no es que aparezcan en la serie, sino que aparezcan en la vida real. Por ejemplo, si escondes el suicidio, hay una parte que le estás ocultando a la gente. Al teléfono me llegan mensajes a diario de padres e hijos que sufren estas cosas", ha contado Giner.
¿Ha cambiado la relación de los jóvenes con el alcohol y las drogas?
Las nuevas generaciones, especialmente la Z, parecen estar marcando una ruptura en este paradigma. Series como Élite, Euphoria o Sex Education han captado la atención del público adolescente y plantean mundos donde la experimentación está a la orden del día. Las luces, los planos cuidados, la estética, pueden terminar idealizando una realidad muy peligrosa, algo que, como cree Giner, pasa con el alcohol. "Está bastante permitido socialmente. ¿Qué dirías de la gente si en vez de tomarse una copa se estuviera metiendo un chute? Los dos únicos síndromes de abstinencia que pueden generar la muerte son los del alcohol y los de las benzodiazepinas, dos sustancias legales", ha dicho.
Por eso, tanto ella como Giner insisten en la necesidad de un relato honesto. "Ahora, con Internet y la información de la gente joven, se puede hablar de una manera natural con los jóvenes de estos temas", ha dicho Carballal. Giner también piensa que es necesario que el relato llegue a la mayor cantidad de personas posibles para visibilizar esta realidad: "Yo estaba muy solo porque pensaba que era la única persona que no funcionaba bien en este mundo. Y haber visto una serie como esta, me hubiera enseñado que no estaba solo", ha finalizado Giner.

Álvaro García-Dotor
Periodista cultural. Redactor en La Ventana.




