Miguel Maldonado y el troleo de una funcionaria cuando trató de pedir el voto por correo: "Es un poco de mal gusto"

Madrid

Miguel Maldonado está muy acostumbrado a hacer bromas, pero no tanto a que se las hagan a él. O no al menos tan bien como la última vez que fue a pedir el voto por correo, cuando se enfrentó a una funcionaria de lo más bromista que supo contrarrestar el humor tan característico del murciano con un troleo de categoría. Así lo ha dado a conocer el propio humorista en el último programa del A Vivir, donde ha compartido una anécdota de lo más graciosa con Javier del Pino y el resto de oyentes sobre el día en el que una funcionaria le puso en su sitio.

En declaraciones a la Cadena SER, Miguel Maldonado explica que el suceso se produjo en las últimas elecciones. Dado que no iba a poder votar de forma presencial, el humorista se acercó a una oficina de Correos para pedir el voto para él y también para su pareja. Sin embargo, Miguel Maldonado no tenía del todo claro que pudiera pedir el voto de su pareja y prefirió consultarlo con una de las empleadas de la oficina. Una vez allí, esta le explicaba que no había ningún problema y que tan solo tenía que rellenar dos formularios para procesar la petición.

"Es un poco de mal gusto"

Después de rellenar los formularios en cuestión, Miguel Maldonado acudía a la ventanilla de la mujer que le había atendido previamente, pero ya no estaba. Por tanto, este se dirigió a la ventanilla de al lado para entregar los papeles. Le explicó que había hablado con su compañera hacía tan solo unos minutos y que ya había cumplimentado los dos formularios que le habían entregado con anterioridad. Y la mujer, completamente extrañada, le explicaba que no podía hacer esto.

Unas palabras que no hicieron más que confundir a Miguel Maldonado, quien le explicaba que había hablado anteriormente con su compañera y que esta le había dado el visto bueno. En ese momento, la protagonista de esta historia comenzaba a explicarle que la mujer que se sentaba en ese mostrador había fallecido meses atrás y que era imposible que le hubiera atendido hace unos minutos: "Es un poco de mal gusto de tu parte que señales esa silla que lleva meses vacía desde que la compañera falleció".

"Esto que estás haciendo es ilegal"

Y Miguel Maldonado no estaba dando crédito a lo que estaba pasando en esa oficina de Correos: "Yo me quedé como si fuera un loco que hablaba con un fantasma". Todo ello mientras trataba de explicarle que sí que había hablado con una mujer y que todo lo que le estaba contando era completamente cierto. Pero la empleada estaba muy metida en su papel: "Esto que estás haciendo es ilegal y te insisto en que dejes de hablar de la compañera".

Pero Miguel Maldonado quería demostrar a toda costa que no estaba loco y que lo que decía era cierto: "Yo trataba de explicarle que no estaba loco y que ahí había una señora". En ese momento, y dado que ya no podía aguantar más la broma, la funcionaria le contó la verdad: "En la radio bien que te gustan las bromas". Un troleo que ha celebrado meses más tarde en A Vivir, donde reconoce que se la jugó muy bien: "Muy bien jugado por su parte".