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Economía y negocios

"Pudiendo invertir en pisos... ¿para qué voy a invertir en ciencia?": la ironía de Javier del Pino que resume lo que piensan muchos

El director de 'A vivir' no ha podido contenerse al escuchar la historia de uno de sus entrevistados

Javier del Pino, en 'A vivir'

Javier del Pino ha tirado de ironía en 'A vivir' para referirse al comportamiento de los fondos de "capital riesgo" en relación con proyectos que tienen que ver con el futuro de la ciencia. El periodista de la SER, que estaba entrevistando al ingeniero asturiano Miguel Luengo-Oroz sobre su fábrica de algoritmos, no ha podido contenerse cuando el entrevistado le ha contado las dificultades con las que se ha encontrado para conseguir financiación para su proyecto.

Luengo-Oroz explicaba que el modelo de startups científicas está funcionando bien en California, pero "aquí es donde debería funcionar mejor". "Yo creo que aquí está empezando a haber brotes verdes, se está empezando a invertir, pero mi percepción es que todavía se buscan cosas muy claras, hay poca inversión en cosas que de verdad tienen riesgo, es capital con aversión al riesgo", ha explicado el responsable de Spotlab.

"Se buscan negocios muy claros de 'esto me cuesta tres y lo vendo a cuatro'", ha añadido Luengo-Oroz, "pero no cambios sistémicos ni cambios ambiciosos". Javier Sampedro, colaborador del programa, ha reflexionado en alto tras las palabras del invitado y ha puesto sobre la mesa el concepto clave: "Capital riesgo con aversión al riesgo".

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Esa idea es la que ha retomado Javier del Pino para criticar a través de la ironía la falta de ambición de este capital y, además, su apalancamiento en el mercado de la vivienda para crear el que es uno de los principales problemas en todo el mundo. "Capital riesgo con aversión al riesgo... Pudiendo invertir en pisos, sabes, ¿para qué voy a invertir en ciencia?", ha sentenciado el director de 'A vivir que son dos días'.

Luengo-Oroz ha explicado que para llegar al punto en el que están con su proyecto, "llevamos trabajando siete años". "Estos estudios de los que estamos hablando son estudios de validación que tardan dos o tres años... Sacar la licencia de fabricantes de dispositivos médicos, que esto es lo que nos ha otorgado la Agencia del Medicamento para poder fabricar esos algoritmos, hemos tardado tres o cuatro años...", ha detallado.

Por eso, resume, "todo esto son apuestas a largo y en España pensar a largo, pensar en grande y pensar en ciencia, bueno, vamos aprendiendo, pero nos está costando".

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