La "crisis de valores" tras la decisión de Trump de fulminar la ayuda exterior

Estados Unidos aporta más de 70 mil millones de dólares al año a la ayuda exterior, es el país que más aporta, pero el presidente Donald Trump ha ordenado acabar con su financiación como parte de su cruzada proteccionista.

Ante esta situación, Adrián Alonso, responsable de Investigación e Incidencia Política en Salud Por Derecho, se plantea qué “dejar de hacer”. Y esto, dice, “van a ser decisiones muy duras que cuestan miles de vidas”. Junto a él, otros dos responsables de las principales ONG con presencia global, Médicos Sin Fronteras y Save The Children, relatan cómo están notando los efectos de esos recortes en proyectos como los relacionados con el control de enfermedades o la atención de las necesidades básicas de muchas comunidades del planeta.

La retirada de esta financiación “supone el cierre a fecha de hoy del 25% de nuestra actividad”, lamenta Vicente Raimundo, director de programas internacionales de Save The Children. Su organización cuenta con un presupuesto anual de unos 2.500 millones de euros. Uno de los sectores que se va a ver más afectado es el de la salud. La Organización Mundial de la Salud ha advertido de que se perderá el progreso logrado durante los últimos quince años en reducción de la incidencia y la mortalidad de enfermedades como la malaria o como el VIH, que podría multiplicar por seis su número de infecciones en solo un año tras una larga dinámica de reducciones a nivel global.

La revista The Lancet estima que el corte de esta financiación puede favorecer hasta 10 millones de nuevas infecciones de VIH. Éste es uno de los programas prioritarios de Médicos Sin Fronteras, que ya ha empezado a medir el impacto de los recortes en el terreno. Raquel Ayora, directora general de la organización, cuenta que se está desmantelando parte del sistema que proporciona tratamiento antirretroviral a los pacientes de República Democrática del Congo, Sur Sudán y Sudáfrica. “Ha habido un discurso acerca de hacer el sistema eficiente, pero lo que estamos viendo es la destrucción de la eficacia del sistema en términos de su capacidad para dar la asistencia efectiva a los a los pacientes de SIDA”, denuncia.

Crisis de valores

El argumento de Trump para defender estos recortes es que la ayuda al exterior es una inversión que a Estados Unidos no le reporta nada a cambio, pero Raimundo no cree que se trate de una cuestión presupuestaria sino de un cambio de modelo. “Para nosotros lo que se está produciendo es una transformación del esquema de valores que nos hemos dado en el mundo entero desde la Segunda Guerra Mundial”, asegura. “Hemos acordado que creemos en la universalidad, que creemos en que las personas, las víctimas de un conflicto, tienen derecho a recibir atención, que es un derecho y que tiene que hacerse con neutralidad, con imparcialidad y con profesionalidad”, añade. “Ahora vivimos en una época en la que parece que prevalecen otros valores más centrados en el Estado-nación, en una idea de seguridad quizás un poco militarizada”. Sin embargo, subraya, “no hay nada más seguro que un mundo sano”.

El gasto en defensa se ha convertido en la prioridad de muchos países occidentales y el temor de las ONG es que este cambio de paradigma se extienda a otros países. Reino Unido es un ejemplo de cómo se recorta en ayuda a la cooperación para aumentar ese gasto en defensa. “Alemania acaba de anunciar también un recorte de dos mil millones de euros y los Países Bajos, Suiza, Finlandia… todos los países están recortando”, recuerda Ayora, quien cree que el mundo sufre una crisis de valores que ya se preveía. “Lo que estamos viendo es un desmantelamiento del ecosistema humanitario, de los valores que lo sustentan y, particularmente en las zonas de conflicto, de todo el sistema legal que sustenta la asistencia humanitaria”.

La directora general de Médicos Sin Fronteras lamenta que haya habido “un exceso de dependencia de la ayuda de Estados Unidos”. Para combatir esta tendencia moral, Ayora cree que debemos “fortalecernos como mayoría” quienes creemos “que uno de los valores más importantes de nuestra sociedad es proteger y cuidar de los vulnerables dentro y fuera de nuestras fronteras”. Unos valores que, como recuerda Vicente Raimundo, son en gran parte una creación de Estados Unidos.

Alonso, por su parte, pone el foco en la fallida comunicación de los éxitos del modelo de ayuda al desarrollo, que cree que ha propiciado este cambio de moralidad. “La salud mundial son 20 años de éxitos”, comparte en este sentido la exministra francesa y presidenta de la ONG Unitaid Marisol Touraine. “En 20 años, la mortalidad por VIH SIDA ha disminuido un 75%. La mortalidad por tuberculosis ha disminuido de un 50%. Las mujeres que mueren durante el parto porque tienen una hemorragia son dos veces menos que hace 20 años”. Cada euro que su organización invierte repercute en 46 euros de beneficios para los sistemas de salud de los países en los que trabajan.

En un contexto de más recortes en todo el mundo, los representantes de las ONG ven muy difícil que se pueda recuperar el sistema. Touraine vive esta crisis con preocupación. “Cada día pienso en las mujeres, en los hombres, en los chicos que van a morir”, lamenta. Pero no pierde el espíritu combativo. Por eso insiste en que lo que ocurre en el otro lado del mundo tiene repercusiones aquí. “Las enfermedades no conocen las fronteras”, advierte. “Necesitamos fuerzas armadas, pero necesitamos cooperación, necesitamos solidaridad y necesitamos una visión común para pensar el futuro en común”.