"Lo que sufriría este tío": Pepe Rodríguez recuerda lo que le hicieron a su padre y le cambió la vida
El chef se ha sincerado sobre el papel de su progenitor en 'El Bohío'
"Lo que sufriría este tío": Pepe Rodríguez recuerda lo que le hicieron a su padre y le cambió la vida
Madrid
Como cada invitado que acude a pasar un rato en El Faro con Mara Torres, el reconocido cocinero Pepe Rodríguez eligió un seudónimo al inicio de la conversación, y este fue ni más ni menos que el nombre completo de su padre: Diego Rodríguez Vallejo, un hombre que, aseguraba el chef, "siempre ha vivido en la clandestinidad" en lo que al restaurante El Bohío, respecta. Por ello, el manchego ha querido rendirle un homenaje a su figura paterna.
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"Creo que es el momento de rendirle un homenaje porque era parte del negocio, pero parece que en lo poco que se pudiera llevar de éxitos, siempre se hablaba de mi madre, que, además, como era la propietaria y la dueña del local, parecía que mi padre había venido allí de añadido", señalaba el chef sobre su progenitor y cuál era su papel en el negocio familiar.
Rodríguez ha asegurado que su padre era torero, por lo que "venía de un mundo que no tenía nada que ver con la gastronomía ni con la hostelería", a diferencia de su madre, que "se había criado en un sitio donde había algo de relación con la hostelería de aquella época".
El padre del chef tuvo que cambiar su vida por la hostelería
El chef ha admitido que su padre "llegó a torear tres veces en Las Ventas" aunque no tuvo éxito en el mundo taurino (ni como torero, ni después cuando decidió hacerse fotógrafo). En definitiva, asegura el manchego, era un bohemio, cuya "vida se basaba en andar por todas las fiestas y todas las ferias, aunque siempre siendo un tío serio". El padre de Rodríguez se relacionó con personalidades como Orson Welles, Ernest Hemingway o una de las eminencias del toreo, como Luis Miguel Dominguín, aquella era la forma de vida que le hacía feliz.
Por ello, todo eso se fue al traste cuando abandonó ese mundillo y "se metió en un mundo que era la hostelería", un lugar donde, cuenta Rodríguez, no llegaba a encajar del todo y estaba por obligación. "Nos dimos cuenta de que mi madre quería tener encerrado a un tigre, y eso era imposible", admitía el chef.
"Luego me he querido poner en sus pies y digo: 'Lo que sufriría este tío', porque no era su mundo, nunca se hizo a aquello, lo llevaba con dignidad, pero veíamos que no era su mundo", expresaba uno de los miembros del jurado de MasterChef sobre su progenitor, quien, por sacar a sus hijos adelante, tuvo que dejar su sueño e ir al mesón El Bohío, que hoy gestionan Pepe Rodríguez y su hermano Diego Rodríguez.
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