El helicóptero accidentado en Nueva York no contaba con instrumentos de registro de incidencias
La ausencia de grabadoras de vídeo y cámaras a bordo complica la investigación liderada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte

Personal de organismos de emergencia participan en las labores de rescate tras el accidente de un helicóptero en el Río Hudson en Nueva York (Estados Unidos) / Angel Colmenares (EFE)

Nueva York
El helicóptero accidentado el pasado jueves en el río Hudson de Nueva York con una familia española a bordo no contaba con instrumentos de registro de incidencias: ni grabadoras de vídeo ni cámaras a bordo, ni ningún sistema de aviónica capaz de registrar información. Son los últimos detalles que ha dado a conocer la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, que ha asegurado que la falta de estos instrumentos complica la investigación.
En su última actualización de las pesquisas, la NTSB sí ha podido confirmar la recuperación de varias partes del aparato, como el fuselaje principal, incluyendo la cabina de mando y la cabina de pasajeros, la parte delantera del tubo de cola, las aletas del estabilizador horizontal y la aleta vertical. Además, han comenzado a evaluar el sistema de control de vuelo del helicóptero.
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Los buceadores del Departamento de Policía de Nueva York continuarán también este domingo con la búsqueda del rotor principal, la caja de engranajes principal, el rotor de cola y gran parte del brazo de cola del helicóptero, a través del uso de un sonar de barrido lateral para identificar posibles ubicaciones de los restos.
El Organismo Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, en inglés) examinará cuidadosamente las horas de vuelo del piloto en general y en la ciudad de Nueva York en particular, según el diario New York Post, que cita a fuentes de la investigación que no identifica. Dicha fuente dijo que Nueva York es un lugar muy apreciado por los pilotos 'novatos' porque, por la cantidad de vuelos que se opera en sus cielos, les permite ganar muchas horas de entrenamiento.
El propietario de la compañía que organizaba el viaje turístico, New York Helicopter Tours, Michele Roth, dijo que el piloto se había comunicado con la base poco antes del accidente para decir que regresaba al helipuerto para repostar, y que llegaría en tres minutos, pero nunca lo hizo, según informó Roth al diario The Telegraph.
El helicóptero ya había presentado un problema hace meses
Según ha adelantado el periódico estadounidense New York Post, y estipulan los datos de la Administración Federal de Aviación, el helicóptero, fabricado en 2004, tuvo un problema mecánico en septiembre de 2024 y había registrado 12.728 horas de vuelo en el momento en que fue reparado.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ya descartó el viernes prohibir los helicópteros turísticos que sobrevuelan la ciudad, horas después de que los cinco miembros de una familia catalana y el piloto perdieran la vida cuando su helicóptero se estrelló en las aguas del río Hudson.
El alcalde dijo que lo importante es "asegurarnos de que (esos viajes) son seguros, se hacen correctamente y el mantenimiento es el apropiado", comentó el alcalde ante la cadena Fox News. "Dejemos que la investigación siga su curso", añadió, ya que aún se desconoce por qué el helicóptero se separó en tres partes, las aspas y la cola se desprendieron del cuerpo central, antes de caer al río en una tarde particularmente fría.
Adams respondía así a las voces dentro de la Asamblea Municipal que piden regularmente, y hoy con más énfasis, prohibir los vuelos no esenciales de helicópteros y claman contra la laxa regulación que los ampara. "Los helicópteros deberían reservarse para emergencias, cobertura de noticias urgentes y operaciones de salud pública, y no para visitas turísticas o viajes de lujo", dijo en una declaración Brad Hoylman-Signal, que representa al oeste de Manhattan, precisamente donde sucedió la tragedia.




