Juanjo Millás, un sacerdote, un científico y una escéptica periodista prueban una experiencia cercana a la muerte
La investigación se desarrolla en el CITIUS de la Universidad de Santiago de Compostela

Numadelic: La investigación que recrea una ECM con Realidad Virtual
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Santiago de Compostela/ Madrid
La mañana es fría y gris. “Un buen día para morir” dice Juanjo. Hacía un par de semanas que habíamos leído la entrevista que Daniel Mediavilla le hizo al director de este proyecto para El País. De todos los reportajes que hemos hecho sobre la muerte, quizás este fuera el que más nos acercara a ella… ¿Probamos? Probamos.
David Glowacki es físico, de Milwaukee, especializado en mecánica cuántica. Un día, haciendo senderismo, se cayó por un precipicio y se hirió gravemente. Sintió como sus pulmones se encharcaban y como, lejos de sentir miedo, empezaba a experimentar una profunda sensación de paz y a percibir su consciencia como una luz que se separaba del cuerpo. Lo malo fue despertar en el hospital y sentir el dolor ¿Qué había sido de aquella sensación? ¿Podría reproducirla de alguna manera?
Estamos compuestos de materia y energía. Su teoría parte de que si, al morir, la materia se transforma y nuestras moléculas pasan a formar parte de otros seres vivos, por qué no puede pasar lo mismo con lo mental. Con la ayuda de la realidad virtual y de los aproximadamente dos millones de financiación de la institución filantrópica Tiny Blue Dot Foundation, Numadelic pasó a ser uno de los proyectos que se desarrollan en el Centro Singular de Investigación en Tecnologías de la Universidad de Santiago de Compostela. El experimento consiste en reproducir la experiencia que vivió David y ver si eso pudiera rebajar la ansiedad y el miedo de las personas con diagnósticos mortales.
Hace unos años publicó otra investigación en la que se consiguió, en un 40% de los casos, alcanzar una experiencia mística, parecida a la que se consigue cuando se usan drogas psicodélicas con fines terapéuticos, pero evitando los efectos secundarios que pudiera provocar la ingestión. Numadelic es una derivada de aquel. Y nosotros, después de varios oncólogos del Hospital de Santiago, hemos sido de los primeros en probarlo.
Nos reunimos en círculo Carlos Miramontes, sacerdote del arzobispado de Santiago, Senén Barro, director Científico del CITIUS, Juanjo Millás, el de las altas expectativas, y yo, la escéptica periodista. Nos ponemos las gafas, nos familiarizamos con los mandos y bajo la dirección de Catherine comenzamos la sesión. Respiramos, nos convertimos en bolas de luz, jugamos con ellas y, después de cuarenta minutos, no sabemos cómo decir que no hemos sentido nada más allá de unos minutos de relajación. Carlos nos relata sus experiencias con personas a las que ha atendido antes de morir y que relataban visiones parecidas. Pero cómo saber que ese momento es así. Senén discrepa con la idea de que esa energía que se libera tenga algo que ver con nuestros pensamientos, con nuestros recuerdos, con nosotros. Tampoco parece haber alcanzado la paz…
“La actitud, la personalidad de los participantes pueden influir en la forma de entrar en la experiencia” O directamente de no entrar como nos pasó a nosotros. Yo por escepticismo, Juanjo porque esperaba un viaje más intenso. Al menos hay debate.

Paqui Ramos
Casi siempre en la radio. Siempre en la SER. Trabajando con Javier del Pino y yendo a sitios con Juanjo...




