Detienen a dos personas en Mallorca por vender tigres, leopardos, pumas y otros animales exóticos a través de internet
A los implicados se les imputan delitos contra la fauna, contrabando, falsedad documental y pertenencia a organización criminal
Se localizaron un caracal puro, dos servales puros y otros 16 felinos híbridos. Guardia Civil.
La Guardia Civil ha detenido en la localidad mallorquina de Ariany a dos personas de nacionalidad rusa, un hombre de 48 años y una mujer de 46, por presuntamente liderar una red internacional dedicada a la cría y venta ilegal de animales exóticos protegidos. Además, un hombre de 48 años y nacionalidad israelí ha sido también investigado por los mismos hechos.
La operación, denominada Kotach, se inició en marzo de 2024 por el Seprona de Valencia, tras recibir información sobre una pareja que criaba servales y caracales (felinos salvajes africanos) y sus híbridos con gatos domésticos para comercializarlos a través de redes sociales y páginas web especializadas.
En el registro de la finca, los agentes hallaron 19 ejemplares de la familia felina, entre ellos un caracal puro, dos servales puros y 16 híbridos de distintas especies.
Según la Guardia Civil, la actividad de los sospechosos en internet era "extremadamente activa", y mantenían contacto con personas de otros países interesadas en adquirir estos animales. Las investigaciones revelaron que la cría de felinos en Mallorca era solo la punta del iceberg de una red internacional que incluía la venta de tigres blancos, leopardos negros, hienas, pumas e incluso panteras nebulosas, por las que se llegaron a pedir hasta 60.000 euros.
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La mayoría de estos animales procedían ilegalmente de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, y eran introducidos en la Unión Europea a través de la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Una vez dentro del territorio europeo, se distribuían con documentación falsa, en una trama en la que participaban criadores, transportistas y veterinarios.
El objetivo de cruzar felinos salvajes con gatos domésticos era obtener ejemplares únicos, de apariencia salvaje pero domesticables. Sin embargo, la Guardia Civil advierte de los riesgos de esta práctica: "Estas especies necesitan mucho espacio. Además, son muy agresivas y pueden representar un peligro para las personas u otros animales".
Los detenidos carecían de permisos como criadores y no contaban con la documentación CITES obligatoria, que regula el comercio de especies protegidas. A los implicados se les imputan delitos contra la fauna, contrabando, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.
Los animales han sido trasladados temporalmente al Safari Zoo de Son Servera y serán reubicados de forma permanente en el centro de recuperación Primadomus, en Villena (Alicante), bajo la supervisión del Ministerio para la Transición Ecológica.
