"Sus novelas guardan el retrato de un fenómeno literario único": la crónica de José Luis Sastre en la muerte de Vargas Llosa
"Se va el último de un 'boom' que cambió la historia de nuestros libros"

JOSÉ LUIS SASTRE
Quizá les pase. Ocurre ante una noticia como esta, de la que todo el mundo habla, que a uno le viene un recuerdo muy personal y casi íntimo.
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Adiós al escritor Mario Vargas Llosa
A qué edad, por ejemplo, leyeron por primera vez una de sus novelas. O donde estaban cuando la leyeron. Pongamos ese verano en el que uno descubre 'La fiesta del Chivo', o 'La Ciudad y los Perros', o 'Pantaleón y las visitadoras'... y se pregunta: qué es esto, de dónde salen estas palabras y estas imágenes y estos personajes, que son los que van a trascender. Las que cambiaron algo en la historia de la literatura.
Ha muerto en Perú, en su casa de Lima, a los 89 años, Mario Vargas Llosa.
Han escrito sus hijos, para dar la noticia: "Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y dejó una obra que lo sobrevivirá".

Le va a sobrevivir su obra, decían sus hijos, y eso -su obra- es la que da una dimensión global a esta noticia. Quedarán las polémicas, asociadas al hombre más que al escritor. El famoso puñetazo a García Márquez del que él no habló nunca y del que encargó a sus biógrafos que investigaran a partir de su muerte, es decir... a partir de hoy.

Quedará su comentado viraje político: de admirador de Fidel Castro a exponente del liberalismo y la derecha, seguidor de Thatcher. Quedarán las frases que se usan como muletillas, como el inicio imbatible de la conversación en la catedral, con la pregunta de en qué momento se había jodido el Perú.
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Mario Vargas Llosa: "La cultura de la imagen crea sociedades manipulables"
Pero su obra, y los mundos que construyó en ella, está en sus novelas, que guardan el retrato de un fenómeno literario único. Se va el último de un 'boom' que cambió la historia de nuestros libros y la manera de contarlos y que en esta mañana de lunes santo nos devuelve a la imagen de aquella tarde, quizá fue un verano, en que descubrimos 'La fiesta del chivo' o 'La ciudad y los perros' o 'Conversación en la catedral', y una manera real y cruda de contarnos desde la ficción.




