Las llamadas de Pradas ponen en jaque a Mazón

Madrid

El registro de llamadas ante notario que la consellera Pradas ha presentado al juzgado demuestra que en toda la mañana de la DANA, mientras AEMET había declarado la alerta roja para toda la provincia de Valencia y ya se registraban los primeros problemas graves de inundaciones en Utiel, la consellera Pradas no pudo contactar con Mazón.

Intentó hablar con él a las 12:52 minutos de la mañana y el president de la Generalitat le colgó. Ni le devolvió la llamada pese a que Valencia estaba teñida de rojo.

El segundo intento de Pradas para hablar con Mazón es a las 16:29, media hora antes de que se reuniera el CECOPI, y de nuevo el president de la Generalitat le cuelga el teléfono. Y le cuelga el teléfono cuando a esa hora, 16:29, según las llamadas del 112, la situación ya es preocupante en la comarca de la Ribera por el embalse de la Forata y se registran los primeros problemas de desbordamientos en la cabecera del Poyo, que acabaría provocando la mayor parte de los 228 muertos aquel día en L’Horta Sud.

La primera vez que Salomé Pradas consigue contactar con el teléfono de Mazón es a las 17:37. Una llamada de 2 minutos.

Llamadas que se repiten a las 18:16, 18:25 y 18:30, durante 7 minutos, 43 segundos y 38 segundos respectivamente.

Pradas ya no podría volver a hablar con Mazón hasta las 19:43. Casi una hora y 15 minutos de silencio en la que el president cuelga dos veces a la consellera (a las 19:10 y a las 19:36) y no devuelve la llamada, a pesar de que ese tiempo de silencio coincide con el periodo más crítico de la tarde.

Porque es en ese tiempo de silencio, entre las 18:30 y las 19:43, cuando la situación se descontrola.

Cuando según las llamadas al 112, los vecinos de Chiva, Catarroja, Ribarroja, Paiporta, Picanya, Benetússer, Sedaví, Massanassa, o Alfafar entre otros, están experimentando lo peor de la DANA sin que nadie les advierta. Cuando el agua y el fango lo inundan todo en forma de ola que arrasa cualquier cosa a su paso, incluidas las vidas de sus habitantes.

Y Mazón, en esa hora y 15 minutos, no solo no está operativo y no coge el teléfono, sino que cuelga por dos veces a su consellera responsable de las emergencias.

Pradas sí que logra hablar con Mazón a las 19:43 y a las 20:10, media hora y un minuto, respectivamente antes de lanzar la alerta a los ciudadanos por sms, y finalmente a las 20:19, unos minutos antes de que Mazón finalmente acceda al CECOPI.

El gabinete de Carlos Mazón ha intentado contestar a través de un comunicado al registro de llamadas de Pradas. Dice que el tiempo de silencio sería solo de 33 minutos, desde las 19:10, hora de la primera llamada colgada por el president durante la tarde, hasta las 19:43, cuando por fin hablan de nuevo. Obvia Mazón que no trató de ponerse en contacto con Pradas desde las 18:30, hora de la última conexión, a pesar de la gravedad de la situación en esos momentos. Sostiene el gabinete de Mazón que sí mantuvo otras llamadas con otros responsables de la emergencia en ese periodo de una hora y 15 minutos de supuesto silencio.

Consecuencias

Está por ver si la inacción de Mazón y las llamadas que sí contestó, así como el contenido de las mismas, tienen consecuencias penales para el president de la Generalitat, porque el mando correspondía a la consellera Salomé Pradas.

La clave está en si Pradas deja de proteger a Mazón y acaba cambiando su declaración ante la jueza.

Porque las dos llamadas en las que Mazón le cuelga, a las 19:10 y las 19:36, tienen lugar cuando Pradas ya es consciente de que la gente se esta ahogando en Paiporta y otros municipios, y el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, ya ha dicho en el CECOPI “lanzad la alerta de una puta vez”. ¿Aquellas llamadas eran para pedir permiso a Mazón para lanzar la alerta así como el contenido del texto?. ¿Se tardó tanto en lanzar el aviso porque Pradas no conseguía contactar con el president?.

Salomé Pradas acaba contactando con Mazón a las 19:43, media hora antes de lanzar la alerta, y a las 20:10, solo un minuto antes del aviso.

Si existía la consigna de no hacer nada sin el conocimiento del president o si en aquellas llamadas que sí contestó, el president tomó la decisión sobre el mensaje y su contenido o al menos lo consensuó con la consellera, la responsabilidad penal por los homicidios imprudentes sí podía alcanzar a Mazón, según varios juristas consultados por la SER.

Todo dependerá de la consellera Pradas. Si en un futuro cambia su declaración y descarga responsabilidad en el president, puede alcanzarle la culpa. Si no, será ella, probablemente, quien asuma las consecuencias de los 228 homicidios imprudentes.