Courtois sostuvo al Real Madrid en la primera parte: paradón para evitar el panenka de Saka

El Santiago Bernabéu se viste de gala para acoger uno de los mejores partidos de toda la temporada. Real Madrid y Arsenal se ven las caras en la vuelta de los cuartos de final tras el 3-0 de la ida para los de Mikel Arteta. Por ello, el conjunto blanco apela al espíritu de su estadio en las grandes noches de la Champions League para obtener una plaza en las semifinales. Allí ya está el PSG de Luis Enrique, que derrotó al Aston Villa tras una eliminatoria muy apretada que se decidió por la mínima.

Con un estadio que tenía el cartel de 'no hay entradas' colgado desde hace varios días, el público se vino arriba desde el minuto uno de partido para llevar a los suyos a remontar el cruce. De hecho, en la previa, justo cuando salían los futbolistas de ambos equipos al terreno de juego, uno de los fondos del Santiago Bernabéu lució un tifo junto a un mosaico para alentar al cuadro dirigido por Carlo Ancelotti.

Cortois salva al Real Madrid en el Bernabéu

En lo estrictamente deportivo, el partido empezó con un gol muy tempranero de Kylian Mbappé. Eso sí, el delantero francés estaba claramente adelantado y el tanto no subió al marcador. Sin embargo, sí que sirvió para alentar al público que llenaba el Santiago Bernabéu, buscando guiar al Real Madrid hacia la remontada. Sin embargo, la hinchada enmudeció cuando el árbitro Letexier fue a la pantalla del VAR en el minuto 10 para revisar un agarrón de Raúl Asencio a Mikel Merino en el corazón del área. El colegiado francés lo tuvo claro y decretó la pena máxima.

Aunque en primera instancia parecía que esta la lanzaría Martin Odegaard, todo fue parte de una estrategia del Arsenal. El centrocampista noruego charló con el árbitro y también con los rivales, que trataban de desconcentrarlo. Con todo ya preparado para el lanzamiento, este cedió la bola para que el penalti lo chutara Bukayo Saka. El delantero inglés lo ejecutó con una especie de 'panenka' a la derecha de Thibaut Courtois y el portero belga lo adivinó a la perfección, aguantándose en el suelo con una mano y estirando la otra para desbaratar el lanzamiento. Este terminó en un saque de esquina que acabó sin más consecuencias para el Real Madrid. Pese a que el electrónico en ese momento reflejaba un empate sin goles, el público se vino arriba tras la parada de Courtois al comprobar que la diferencia en la eliminatoria no era mayor.