Manolo García tiene miedo a viajar en coche: "Vamos corriendo, ¿hacia dónde? Hacia la nada"

Manolo García tiene amaxofobia y lo ha sabido recientemente. "Pánico irracional a conducir o a viajar en un vehículo", así se define la angustia que vive el cantante. "Me enerva mucho la velocidad, la forma temeraria de conducir de muchos conductores, las velocidades desorbitadas, sobre todo en las autovías y autopistas", ha explicado en Hoy por Hoy.

Ha confesado también que el temor, la conciencia del peligro, le llegó después de haber recorrido todas las carreteras de España a lo largo de su carrera, pero siente que todo se ha acelerado. "En los últimos tiempos me ha dado por sentir que no quiero correr. Además, ¿hacia dónde? Hacia la nada, todos vamos hacia la nada muy contentos y para eso no hay que correr. Más despacio se disfruta mejor el paisaje y la vida tiene más sentido".

Tras sufrir una pequeña avería con el coche, tuvo que aislarse de las hileras interminables de camiones que raspaban el asfalto a 100 kilómetros por hora. Intentó aislarse del estruendo escribiendo y así nació el que es su primer libro de relatos, 'Títere con Cabeza'. "Cuando ya todo estaba controlado y no había nadie en peligro, me puse uno de esos chirimbolos, auriculares, que te aíslan porque estaba entrando en una situación de nervios", ha recordado.

Esos relatos nos llevan a un bar en la luna, a una isla en venta del mar Mediterráneo, al festival de Benidorm, al cerebro de una máquina inteligente, a un parking de una plaza de Madrid o a Woodstock. Y por ellos desfilan conductores, pastores, soldados, juglares, guardias civiles, vecinas... "Por la cabeza ya andaba lo fascinante que es vivir, observar el mundo y nuestro proceder; la contemplación de los días es lo que me ha dado a mí los relatos", ha reconocido.

Manolo García sigue escribiendo canciones para relatar el mundo con acordes, pero escribir estos cuentos le ha dado más espacio: "La canción, el relato o el cuadro consiguen eliminar el concepto tiempo durante unas horas y estar alejado de cualquier esquema humano; el mes, el calendario...".

Al crear, reconoce estar en absoluta libertad y cree provocarla en los demás. "Somos animales y esa animalidad tiene partes beneficiosas que son las que nos hemos ido cercenando unos a otros. Familia, municipio, poder, estamento, gobierno, vaya aquí, ahora vamos a la guerra, ahora compramos, ahora vendemos... Estamos en una rueda infernal en la que no nos dejan parar y podemos hacerlo cada vez menos. Esa parte animal nuestra necesita el divagar, pensar en un mundo limpio, y no estar todo el día mirando el móvil o escribiendo correos electrónicos".