Hoy por HoyLa mirada
Opinión

Maruja Torres se pronuncia en estos términos sobre lo que sucede en España cuando llega la Semana Santa

Son días terapéuticos si te quedas encerrada en ti misma en la gran ciudad y te sabes colar por esa rendija en la que no caben ni la ordinariez ni el insulto, ni la calumnia soez ni la corrupción barroca

Maruja Torres: "Como laica, gozadora que soy, disfruto de la Semana Santa en una gran ciudad"

Madrid

Como laica gozadora que soy disfruto de la Semana Santa en una gran ciudad, sobre todo si llueve a ratos y las calles se van vaciando y puedes quedarte a solas, parada de repente en una esquina, contemplando cómo se achuchan los brotes verdes en los árboles de ese parquecillo del barrio que a media tarde no huele a botellón.

Como laica gozosa disfruto mucho de la brecha, el punto nada ciego que se abre entre el pensamiento simple y la procesión barroca, ese lugar sin tiempo o que es el único tiempo admisible. Un espacio propio en el que caben la meditación, la contemplación e incluso la conversión del agua en vino sin necesidad de ser especialmente santos.

Gozo de las calles vaciadas o de las que vacío con mi imaginación mientras admiro líneas rectas, cuento ventanas cerradas, me tranquilizo con la distancia que me separa de dos atribulados turistas pillados entre las ruedas de su maleta y el mapa que no acaban de entender en el teléfono.

Me beneficio del silencio y, cuando alguien lo rompe, hago como si no me diera cuenta. Me dedico a mirar, ya digo. Son días terapéuticos si te quedas encerrada en ti misma en la gran ciudad y te sabes colar por esa rendija en la que no caben ni la ordinariez ni el insulto, ni la calumnia soez ni la corrupción barroca. Brotes de primavera, lluvia, ráfagas y un poco de silencio. Para qué pedir más.

Maruja Torres

María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16...