Una experta en medioambiente advierte sobre la Albufera cinco meses después de la DANA: "Está lejos de su estado normal"

Más de cinco meses después del paso de la DANA que dejó más de 220 muertos en la provincia de Valencia, la mayoría de ellos en la comarca de L'Horta Sud, la situación del Parque Nacional de la Albufera sigue siendo crítica. Desde el 29 de octubre se han retirado más de 43.000 kilos de residuos que dejó la riada en el entorno de pueblos como Silla, Alfafar, Catarroja, Sedaví o Benetússer.

La resposable de la organización ambiental SEO/BirdLife en la Comunitat Valenciana, Ana Valentín, ha repasado en 'La Ventana' el estado del Parque Natural ahora que casi se cumplen seis meses de la tragedia. "La Albufera está lejos de estar en su estado normal. Sobre todo en las zonas más afectadas. En la DANA no todo el espacio ha sufrido de la misma manera. La zona norte, la del barranco del Poyo, es la que mayor cantidad de residuos ha acogido en sitios Catarroja o Massanassa", ha indicado la experta medioambiental en el programa de la SER.

Valentín es optimista y cree que sí se puede recuperar la zona, pero esto tiene que partir de un trabajo de las organizaciones y la administración. "Si trabajamos entre todos podemos volver al estado previo a la DANA, lo que no quiere decir que sea el deseable", ha apuntado la experta medioambiental.

El impacto de la riada fue terrible porque "el agua arrastró gran parte de los residuos de los polígonos industriales", lo que contaminó el lago con sustancias tóxicas que siguen estando presentes en la zona norte del parque con impliaciones ambientales. "Se siguen haciendo análisis para detectar estos posibles riesgos y evaluar a largo plazo los efectos de estos contaminantes en la zona", ha apuntado Valentín, que reconoce que se sienten obligados a ayudar por el volumen de residuos que siguen quedando en la Albufera.

"La cantidad de residuos que llegó no es cuestión de cinco meses, sino de mucho tiempo. Esto es una carrera de fondo de administraciones y entidades. Llevamos desde diciembre en coordinación con la administración para decidir las zonas prioritarias y las menos peligrosas para el voluntariado", ha indicado la experta, que aunque admite que la gente ya no ayuda tanto como al principio, añade que cuando van a la Albufera y ven su estado vuelven para echar una mano.