Los meteorólogos advierten de lo que viene justo después de Viernes Santo: será "importante"
La llegada de una borrasca provocará un gran descenso de las temperaturas en buena parte del país
Paraguas bajo la lluvia. / sarayut Thaneerat
Madrid
El final de la Semana Santa vendrá marcado por una borrasca y una masa de aire polar, que traerá consigo un importante descenso de las temperaturas en toda España, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Los meteorólogos ya han advertido de que el temporal, que provocará un gran descenso de las temperaturas en buena parte del país, "será importante".
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La información otorgada por el organismo indica que, a partir de este Viernes Santo, una borrasca se acercará a España por el noroeste y hará su primera aparición en Galicia, con lluvias moderadas pero persistentes, que además se irán extendiendo por Asturias, León, Cantabria, la Cordillera Cantábrica y puntos del centro y oeste del territorio a medida que avance el día, llegando a los Pirineos occidentales por la tarde.
Un Viernes Santo de lluvias en Galicia
Por otro lado, de cara al viernes, en el área mediterránea se espera una jornada mucho más estable, con las temperaturas máximas en ascenso en puntos como la Comunidad Valenciana, Murcia y parte de Andalucía, y ligeros descensos en Galicia, Cantabria, León y Asturias.
En cuanto al viento, tendrá gran presencia también en la Cordillera Cantábrica, con rachas muy fuertes. A diferencia de Canarias, donde la situación será más estable, no se pueden descartar lluvias débiles en las zonas más altas.
De cara al lunes, se espera que suban las temperaturas
El sábado empeorará el tiempo: las lluvias volverán a estar presentes en Galicia y se extenderán al nordeste, especialmente a los Pirineos y Cataluña. En esta última comunidad podrían darse precipitaciones prolongadas y de gran intensidad, que podrían ir acompañadas de tormentas y granizo menudo. La intrusión de una masa de aire polar traerá un "importante descenso" de las temperaturas, que será "notable" en las máximas del interior este.
Por su parte, la cota de nieve bajará a entre 1.000 y 1.400 metros, y se esperan nevadas en los sistemas montañosos de la mitad norte, con espesores "significativos" en la cordillera Cantábrica occidental y el Pirineo oscense.
Por último, la Semana Santa terminará con precipitaciones "más abundantes y frecuentes" en el noroeste y la fachada cantábrica, y menos probables en los litorales mediterráneos y Baleares. La cota de nieve irá ascendiendo. Las temperaturas comenzarían a subir el domingo en la mitad occidental peninsular, "generalizándose" los ascensos el lunes.
