Puta como insulto
No oímos casi nunca emplear la palabra “putero” como sinónimo de alguien sin escrúpulos, ruin y capaz de humillar así a alguien que puede estar en situación de necesidad económica

Najat El Hachmi: "¿A quién degrada más la prostitución, a la prostituida o a quién es capaz de comprar el sometimiento de otra persona?"
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Madrid
Siempre me ha parecido curioso que se insulte a las mujeres con el llamado oficio más antiguo del mundo, un hecho culturalmente universal, por desgracia. La prostitución es un acto mediante el cual un hombre paga para tener acceso a la intimidad de una mujer y mantener relaciones sexuales con ella.
Es decir, se trata de alguien que mercantiliza algo que suele ser o debería ser gratuito y consensuado, se entiende que apetecible y gozoso para ambas partes. La parte que contrata el servicio lo que hace es adquirir algo que en principio no es un bien, un objeto sino un ser humano.
Visto así, ¿a quién degrada más este acto, a la prostituida, la consumida, la alquilada, la adquirida o a quien es capaz de comprar el sometimiento de otra persona? ¿A quién podemos considerar moralmente reprobable: a la que es degradada o a quien degrada? Y aun así el insulto es siempre para ella, no oímos casi nunca emplear la palabra “putero” como sinónimo de alguien sin escrúpulos, ruin y capaz de humillar así a alguien que puede estar en situación de necesidad económica. Lo extraño aquí es que se invierta la carga de la culpa y se menosprecie a la perjudicada mientras que para algunos el “consumidor” de mujeres se eleva casi a la categoría de héroe ejemplar.
Los que admiran la capacidad de un compañero para conseguirse “señoritas” son los mismos que las insultan por haber sido compradas o alquiladas. Así que la prostitución dice mucho más de ellos que de las mujeres y el insulto también debería cambiar de bando.

Najat el Hachmi
Najat el Hachmi (Nador, Marruecos, 2 de julio de 1979) es una escritora española de origen marroquí....




