Serena Williams reincide en la idea de un trato de favor con Jannik Sinner: "A mí me habrían metido 20 años y quitado los Grand Slams"

Mientras Jannik Sinner afronta la recta final de su sanción por dopaje, con vistas a un regreso a las pistas en el Masters 1.000 de Roma de principios de mayo, las críticas por el castigo que está haciendo frente no han dejado de aflorar. El italiano aceptó una suspensión por tres meses después de dar positivo en la sustancia prohibida clostebol. Aunque los medios de control antidopaje dieron el visto bueno a la coartada que arrojó luz sobre una supuesta contaminación accidental, las comparativas con las medidas tomadas en otros casos pusieron el grito en el cielo del mundo del tenis.

Guardó silencio en público desde que se anunciase la sanción una de las mayores estrellas que ha dado el tenis femenino. Serena Williams, reflejo en el que mirarse para las jugadoras de la nueva generación WTA, no pierde de vista el tenis pese a haber cambiado la raqueta por la maternidad y los negocios. Es curioso que uno de los mayores talentos actuales de los que se declara gran admiradora es un Sinner al que ve con una "personalidad fantástica". "Amo al tipo", admitió en una entrevista con la prestigiosa revista Time, pero estas emociones se han trastocado con la decepción de su escándalo por dopaje.

En su mensaje, Williams puso por delante sus buenos augurios para un Sinner a quien no deseó ningún mal. Sin embargo, no desaprovechó la ocasión para trasladar su crítica ante las instituciones encargadas de luchar contra el doping. "Si hubiera hecho eso, me habrían metido 20 años. Seamos honestos. Me habrían quitado los Grand Slams", detalló, hablando desde un primer plano de cómo los jugadores profesionales extremar la precaución para que los análisis de control nunca le metiesen en problemas. Incluso, a modo de broma, llegó a hablar de que hubiese terminado "en la cárcel" de haber sido la protagonista.

Es consciente la extenista de que "el tenis masculino necesita a Sinner" por todo lo que ha supuesto la pérdida del número 1 del mundo. Aun así, el mayor agravante de este escándalo ha sido el agravio comparativo con otros tenistas. Para Williams, el recuerdo más doloroso es el caso de la tenista Maria Sharapova, con quien protagonizó bonitas batallas en las canchas durante largos años y recibió un castigo de dos años en 2016 que puso fin a su carrera en la élite pese a confirmarse también que fue un caso de dopaje involuntario: "Extrañamente, no puedo evitar pensar en María todo este tiempo. No puedo evitar sentir lástima por ella", consideró la estadounidense en esta misma charla.